Desde mediados de noviembre, los hutís, un grupo rebelde yemení que cuenta con el respaldo de Irán, han lanzado decenas de ataques contra barcos que navegan por el mar Rojo y el canal de Suez, una ruta marítima crucial por la que pasa el 12 por ciento del comercio mundial.
A primeras horas del viernes, Estados Unidos y un puñado de aliados, entre ellos el Reino Unido, contraatacaron con misiles dirigidos a objetivos hutís dentro de Yemen y empujaron a los rebeldes y su larga lucha armada aún más al centro de atención.
El ataque a las bases hutís se produjo un día después de que el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas votó para condenar “en los términos más enérgicos” al menos dos docenas de ataques llevados a cabo por el grupo rebelde contra buques mercantes y comerciales que, según aseguró el consejo, habían impedido el comercio global y socavado la libertad de navegación.
A continuación, una introducción a los hutís, su relación con Hamás y los ataques en el mar Rojo.
¿Quiénes son los hutís?
Los hutís, liderados por Abdul Malik al-Houthi, son un grupo de rebeldes chiitas respaldados por Irán que han estado luchando contra el gobierno de Yemen durante casi dos décadas y ahora controlan el noroeste del país y su capital, Saná.
Los hutís han construido su ideología en torno a la oposición a Israel y Estados Unidos, por lo que se ven a sí mismos como parte del “eje de resistencia” liderado por Irán, junto con Hamás en la Franja de Gaza y Hezbolá en el Líbano. A menudo, sus líderes establecen paralelismos entre las bombas de fabricación estadounidense utilizadas para golpear a sus fuerzas en Yemen y las armas enviadas a Israel y utilizadas en Gaza.
En 2014, una coalición militar encabezada por Arabia Saudita intervino para intentar restaurar el gobierno original de Yemen después de que los hutís tomaron la capital, iniciando una guerra civil que ha matado a cientos de miles de personas.
En abril de 2023, las conversaciones entre los hutís y Arabia Saudita generaron esperanzas de un posible acuerdo de paz que reconocería el derecho de los hutís a gobernar el norte de Yemen.
Los hutís, que alguna vez fueron un grupo de rebeldes mal organizados, han reforzado su arsenal en los últimos años y ahora el mismo incluye misiles balísticos y de crucero y drones de largo alcance. Los analistas atribuyen esta expansión al apoyo que los hutís reciben de Irán, que lo ha suministrado a milicias en todo Oriente Medio para expandir su propia influencia.
¿Por qué atacan barcos en el mar Rojo?
Cuando la guerra entre Israel y Hamás comenzó el 7 de octubre, los hutís declararon su apoyo a Hamás y dijeron que atacarían cualquier barco que viajara a Israel o partiera de ese país.
Yahya Sarea, un portavoz hutí, ha dicho en varias ocasiones que el grupo está atacando barcos para protestar por la “matanza, la destrucción y el asedio” en Gaza y para solidarizarse con el pueblo palestino.
Las autoridades de Gaza dicen que más de 23.000 personas, la mayoría de ellas civiles, han sido asesinadas por la campaña de bombardeos y la ofensiva terrestre israelí que comenzó después de que Hamás llevó a cabo incursiones transfronterizas y masacró, según las autoridades israelíes, a unas 1200 personas.
Desde noviembre, los hutís han lanzado 27 ataques con drones y misiles contra embarcaciones en el mar Rojo y el golfo de Adén que, según afirman, se dirigen hacia puertos israelíes o salen de estos. El último ataque ocurrió el jueves a las dos de la madrugada, cuando un misil impactó cerca de un buque comercial, dijo el Ejército estadounidense.
Quizás la operación hutí más osada tuvo lugar el 19 de noviembre, cuando hombres armados secuestraron un barco llamado Galaxy Leader y lo llevaron a un puerto yemení, manteniendo cautivos a sus 25 miembros de una tripulación mayoritariamente filipina.
¿Cómo están afectando estos ataques a países de todo el mundo?
El miércoles, durante una conversación con periodistas en Baréin, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, advirtió que los continuos ataques hutís en el mar Rojo podrían alterar las cadenas de suministro y, en consecuencia, aumentar los costos de los productos cotidianos. Los ataques de los hutís han afectado a barcos vinculados a más de 40 países, dijo.
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Las compañías de transporte marítimo más grandes del mundo, MSC y Maersk, afirmaron que están evitando la región y las compañías navieras se enfrentan a opciones difíciles.
Desviar los buques por África suma más de 6.400 kilómetros y 10 días adicionales a las rutas de envío y requiere más combustible. Pero seguir utilizando el mar Rojo aumentaría las primas de seguros. Cualquiera de las opciones dañaría una economía global ya de por sí frágil.
¿Qué ha estado haciendo Estados Unidos para detener los ataques hutís?
En más de una ocasión, el gobierno de Biden condenó los ataques hutís en el mar Rojo y reunió a un grupo de trabajo naval para tratar de mantenerlos bajo control.
El grupo de trabajo, llamado Operación Guardián de la Prosperidad, reunió a Estados Unidos, el Reino Unido y otros aliados y ha estado patrullando el mar Rojo para “preservar la libertad de navegación y la libertad de envíos”, según afirmó Blinken.
Baréin es el único país de Oriente Medio que aceptó participar. Aunque muchos países de la región dependen del comercio que pasa por el mar Rojo, muchos no quieren asociarse con Estados Unidos, el aliado más cercano de Israel, dicen los analistas.
Buques de guerra estadounidenses y británicos han interceptado algunos misiles y drones hutís antes de que impactaran a sus objetivos. El miércoles, aviones de combate estadounidenses del portaviones USS Dwight D. Eisenhower, junto con otros cuatro buques de guerra, interceptaron 18 drones, dos misiles crucero antibuque y un misil balístico antibuque, dijo el Comando Central en un comunicado.
El 31 de diciembre, helicópteros de la Marina estadounidense hundieron tres barcos hutís que atacaban un carguero comercial.