La sala determinó que el futbolista “con uso de la violencia” accedió sexualmente a la mujer
El futbolista brasileño Dani Alves fue condenado a cuatro años y medio de cárcel por violar a una joven en el baño de una discoteca en Barcelona, según publicó EFE.
Además, la Audiencia de Barcelona le impuso cinco de libertad vigilada y nueve de alejamiento de la víctima, a la que deberá indemnizar con 150,000 euros, dinero que ya ha consignado como fianza.
Según el tribunal, el deportista, que ya lleva poco más de un año en prisión preventiva, forzando su voluntad “con uso de la violencia” accedió sexualmente a la mujer.
La sala, que rechaza la atenuante de embriaguez que planteó la defensa, concluye que se ha acreditado que Alves, haciendo “uso de su mayor fuerza”, abusó “bruscamente” a la víctima, la tiró al suelo y, evitando que se pudiera mover, la violó, “pese a que la denunciante decía que no, que se quería ir”.
Al encontrarse la víctima en un pequeño aseo sin posibilidad de salida, al impedírselo Alves, y ante la “actitud violenta” que este mostraba, “se sintió impresionada y sin capacidad de reacción, llegando a sentir que le faltaba el aire dada la situación de angustia y terror ante lo que estaba viviendo”, determinó el ente judicial.
La sala no alberga “ninguna duda” de que se produjo la violación y de que Alves utilizó la “violencia”, ya que el relato de la víctima respecto de lo que ocurrió en el interior del baño ha sido “coherente y especialmente persistente”, afirman.
La aportación de pruebas periféricas, como las lesiones que sufrió en una rodilla la víctima, y por las que la audiencia también impuso a Alves una multa de 9,000 euros, fueron determinantes para la condena.
El tribunal también resalta que el hecho de que Alves se marchara de la discoteca sin despedirse de la víctima ni interesarse por ella, pese a pasar a poca distancia, demuestra que el futbolista era consciente de que “había actuado en contra de la voluntad de la víctima y tenía interés por abandonar lo antes posible el local”.