Promueven que se dé acogida a los 800,000 migrantes que este año se estima cruzarán Darién
Un llamado al gobierno para que se abra al diálogo y a la comunidad internacional que vea de forma estructural el tema migratorio, que va más allá del drama del Darién, hizo este miércoles una autodenominada Red Clamor en Panamá, a través de un comunicado.
Esa red, integrada por organizaciones eclesiásticas que trabajan con los migrantes, dijo que el tema debe ser abordado más allá de una “visión de la seguridad nacional”.
La Red Clamor, consideró que “es verdad que esta realidad migratoria afecta el ecosistema”, pero también responsabilizó a “quienes lucran impunemente con la tala indiscriminada ante la pasividad de los que deben velar por el medio ambiente”.
Reclaman que se tome en cuenta a los pueblos Emberá-Wounaan y Wargandí son los grandes ausentes del debate sobre la crisis migratoria.
“Pedimos que no revictimicen a quienes han tenido que salir de sus países en la búsqueda de un sueño que para muchos se transformó en pesadilla”, señaló el comunicado.
Desean, además, “ser una comunidad de acogida, protección, promoción e integración, sin dejar fuera a nadie, porque no son un descarte; todos cabemos en esta casa común”.
La reacción de las organizaciones que integran la Red Clamor, se produjo luego del cierre de cuatro pasos empleados por los migrantes para entrar al Darién en camino hacia Estados Unidos.
Siguiendo instrucciones del presidente José Raúl Mulino, el SENAFRONT bloqueó los pasos no autorizados utilizados por migrantes irregulares, con el objetivo de canalizar la migración hacia Cañas Blancas y la comunidad receptora de Bajo Chiquito.
El Defendor del Pueblo, Eduardo Leblanc, consideró positiva la medida de cerrar esos pasos para “canalizar” el flujo migratorio, puesto que así se podrá dar más protección a los viajeros víctimas de bandas criminales.
Por su parte, Roger Mojica, director del Servicio Nacional de Migración, afirmó que “cada país debe resolver sus problemas internos, a nosotros nos corresponde defender nuestro territorio y hacer cumplir las leyes migratorias”.
Por Darién se estima que este año cruzarán más de 800,000 migrantes en ruta hacia Estados Unidos.
Para hacer frente a la crisis migratoria, Mulino firmó un acuerdo por cinco años con Estados Unidos que contempla la repatriación de migrantes indocumentados que lleguen al país a través del Darién.
Washington anunció, al mismo tiempo, que destinará $6 millones para financiar el convenio con Panamá, que incluye apoyo para vuelos de deportación de aquellas personas en movilidad que no “tengan necesidad de protección internacional u otros requisitos legales” para permanecer en el país.