Republicanos y demócratas integran equipo para investigar intento de asesinato del expresidente
La directora del Servicio Secreto de Estados Unidos, Kimberly Cheatle, dimitió al cargo después de reconocer el fracaso en el dispositivo encargado de la seguridad del expresidente Donald Trump en un acto de campaña en Pensilvania en el que sufrió un intento de asesinato, informaron medios de prensa internacional.
Cheatle fue interrogada el lunes por el Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes, ante el que reconoció que lo ocurrido fue el fracaso más importante en décadas. Varios dirigentes republicanos, incluido el presidente de la Cámara, Mike Johnson, habían exigido su dimisión.
De hecho, Johnson alcanzó un acuerdo con el líder de la minoría demócrata en la sala, Hakeem Jeffries, para poner en marcha un equipo de trabajo integrado por miembros de ambos partidos para investigar lo ocurrido en el mitin y dirimir responsabilidades por el intento de asesinato contra el expresidente.
El ataque, en el que el expresidente resultó herido leve en su oreja derecha después de que la bala le rozara, se saldó con la muerte de un simpatizante y con otros dos heridos.
El atacante, identificado como Thomas Matthew Crooks, de 20 años, fue abatido segundos después por un francotirador del Servicio Secreto.