El acumula 112,78 megavatios de generación distribuida, destinados principalmente al sector residencial y comercial
Latinoamérica se está convirtiendo en un destino fundamental para las empresas chinas en materia de nuevos equipos solares, donde México lidera la región en la adopción de esta tecnología, seguido de cerca por Brasil, Colombia, Chile y Panamá, de acuerdo con un análisis del sector de la compañía asiática Solis Inverters, informó la agencia EFE.
La región ha estado experimentando una creciente demanda en inversores solares, dispositivos que convierten la energía solar recabada por los paneles en electricidad; sobre todo en equipos trifásicos e híbridos con almacenamiento de energía.
En México, según datos de la Secretaría de Energía en su Programa de Desarrollo del Sistema Eléctrico Nacional (Prodesen), la demanda de energía eléctrica ha experimentado un crecimiento del 3,5% entre el 2022 y el 2023, mientras que la capacidad de generación solo aumentó un 0,6%.
Eso evidencia la necesidad de diversificar las fuentes e invertir en energías renovables, una meta que el gobierno mexicano quiere materializar para el 2030, buscando que el 45% provenga de fuentes limpias.
Por ello, aseguró el gerente de servicio de Solis para Latinoamérica, Sergio Rodríguez, México se convierte en una de las naciones más atractivas en la región para invertir.
En este sentido, explicó que de los más de 100 gigawatts (GW) exportados a nivel mundial, Solis Inverters, la empresa china especializada en inversores solares, 2 GW han sido para México, cifra que representa más del 50% de los 3,3 GW que hay en generación distribuida.
Hasta junio del 2024, Panamá ya acumulaba 112,78 megavatios (MW) de generación distribuida, destinados principalmente al sector residencial y comercial, lo que evidencian los inicios del auge de la energía solar fotovoltaica en Latinoamérica.
Del total, el 78% de esa energía solar se incorporó en los últimos cinco años y, en los primeros cuatro meses de 2024, se añadieron 12,31 MW; con el objetivo de que, hacia el final de la década, se instalen cerca de 2 GW de generación renovable.
Es así que impulsados por políticas de transición energética que buscan reducir los costos de la energía eléctrica para las familias y los comercios, países como Brasil, Chile y Colombia también muestran un aumento de las inversiones en sistemas solares en la modalidad de generación distribuida.
El uso de esos inversores solares no solo contribuye a la diversificación de la matriz energética y la reducción de costos, sino que también juega un papel crucial en la lucha contra el cambio climático, ya que, según el Sexto Informe de Evaluación del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático el planeta se ha calentado más de 1°C en comparación con los períodos preindustriales debido a la dependencia de los combustibles fósiles.