Lasso fue expulsado, por supuesto lavado de dinero, de la cooperativa de médicos donde por 30 años había mantenido un fondo de jubilación
Durante las investigaciones se estableció que la cuenta de Poseidon Enterprises, una de las sociedades del médico y empresario Jaime Lasso, recibió 16 transferencias entre el 2009 y el 2014 del Departamento de Operaciones Estructuradas, a través del cual la empresa Odebrecht había pagado $5.4 millones en sobornos a políticos y funcionarios panameños.
Más de la mitad, es decir $3.3 millones, estaba identificado por el nombre “Cachaza”.
Así se estableció el nexo entre Odebrecht y los pagos realizados a alias Cachaza a través de las sociedades de Lasso –amigo personal y financista de Varela-, triangulados para pagar las campañas políticas del panameñismo.
Durante una indagatoria en agosto del 2020, Varela dijo desconocer el apodo “Cachaza” y “cualquier tipo de vinculación a razón de ese pseudónimo”.
En portugués el término “cachaza” se refiere a un aguardiente a base de caña, similar al ron y al seco que produce la empresa Varela Hermanos.
La cuenta de VTech, otras de las sociedades de Lasso, recibió cuatro transferencias en seis meses, entre el 2009 y el 2010, por $750,000. Dos transacciones por un total de $350,000 estaban dirigidas a Cachaza.
“Con Odebrecht me salió una liebre y quieren ver si me atrevo a cazar”, le comentó Porcell al expresidente, de acuerdo a registros de los Varelaleaks.
Varela y el yate Centuria de $3 millones
Otro tema que complicaba a Varela era lo relativo a la compra, en julio del 2011, por un monto de $3 millones de un yate que llevaba el nombre de “Centuria”, en honor al Ron Abuelo Centuria, máxima expresión de los añejos destilados por la bodega Varela Hermanos.
De acuerdo a los Varelaleaks, Lasso le informó al exmandatario, a inicios de enero del 2018, que el excandidato presidencial del PRD, Juan Carlos Navarro, lo había señalado en un noticiero de televisión de ser “tu testaferro, que te lavé dinero de Odebrecht para comprar yate y pagar cuentas personales”.
“Esta vaina está fuera de control, aquí cualquiera le dice a uno ladrón y lavador de dinero, y no pasa nada”, se quejó Lasso.
Medios de prensa, citando fuentes de las investigaciones sobre Odebrecht, aseguraron que el pago inicial para la compra del yate Centuria había salido de fondos administrados por Lasso en la Fundación Don James.
De acuerdo a los Varelaleaks, Lasso afirmó que los aportes de Odebecht “pararon” en el 2012. El problema era que en el 2014 Lasso aparecía “como coordinador del pago de los materiales del cierre de la campaña” con dinero de Odebrecht.
Lasso aseguró que en la campaña política del 2009 había destinado recursos para “gastos de inscripciones masivas, propaganda política, asistencia social, juguetes y campañas en televisión”. Esperaba, tras el triunfo de las elecciones del 2014, “recuperar el patrimonio invertido”.
“Todos los contratistas ayudan las campañas”, le escribió Varela a sus amigas íntimas del llamado “círculo cero” integrado, entre otras, por Diana De la Guardia, Marissa Valdés y una persona llamada “La Chola”, de acuerdo a registros de los Varelaleaks.
El expresidente les aseguró que “ni un dólar es de un panameñista. Ni yo ni nadie de nosotros está en el esquema de sobornos. Nunca en mi vida he cruzado la línea”.
Una aseveración similar le hizo al empresario Roberto Eisenmann, el 23 de abril del 2017. “Puedes tener la tranquilidad que como vicepresidente y presidente nunca he cruzado la línea”, le afirmó.
Varela invitó a los ejecutivos de Odebrecht a la tarima presidencial durante los desfiles patrios, de noviembre del 2018, en la ciudad de Panamá.
El 9 de noviembre del 2017, el expresidente le dijo a Diana De la Guardia que todo el dinero recibido por Lasso era “donación política”. Su amiga le argumentó que Porcell debería darle inmunidad a Lasso y archivar el expediente.
En ese intercambio, Marissa Valdés – la otra amiga del círculo cero- comentó: “Sí. Prenda el amigo Lasso. Pero nadie camina sobre el agua”.
Ese mismo día, el expresidente le aseguró a Lasso que un juez cerraría el expediente.
-Jj: Tu caso queda cerrado hoy.
-Jj: Con el aval del juez.
-Jj: Yo estoy tranquilo Jymmo (Jaime Lasso).
-Jj: Fue todo política.
-Jj: El único que tiene capacidad de reabrirlo es el MP (Ministerio Público).
El expresidente le había asegurado a Lasso que pronto quedaría libre del proceso en que estaba envuelto.
-Jj: A ti te darán tu sobreseimiento.
-Jj: Y lo que queda será mediático.
-Jj: Mientras a Popi (Varela) y Beby (el exdiputado Adolfo Valderrama) les tocará la defensa política.
-Jj: Y el ataque.
A raíz de las acusaciones, Lasso fue expulsado, por supuesto lavado de dinero, de la cooperativa de médicos donde por 30 años había mantenido un fondo de jubilación. Esos mismos señalamientos los hizo la Superintendencia de Bancos de Panamá (SBP) sobre la Fundación Don James, creada por Lasso en el 2005. El banco Banvivienda, le cerró una cuenta de 12 años. “Yo no soy lavador de dinero”, le escribió a Varela.
En ese momento, de acuerdo a los Varelaleaks, tanto el expresidente como Lasso, se defendían de acusaciones por corrupción.
“Lo ponen como si uno fuera corrupto”, le escribió Varela. “No quiero quedar como lavador de dinero y menos que mi patrimonio es de Odebrecht”, le señaló Lasso.
El exmandatario le contó a Lasso que la exvicepresidenta y excanciller Isabel Saint Malo dudaba de su honestidad. Le dijo que había tenido que “hablarle duro a Isabel (Saint Malo)” para que entendieran el papel jugado por su amigo Lasso en la campaña política.
En esa ocasión, Varela le comentó a Lasso que “al hermano (de Saint Malo) lo usaron para blanquear (dinero)”. Esas mismas frases se las copio el expresidente a Eisenmann, en relación con los negocios ilícitos del hermano de la exvicepresidenta y excanciller, según los Varelaleaks.
El empresario Raúl de Saint Malo, fue condenado en el 2019 a cinco años de prisión por el delito de blanqueo de capitales. Llegó a un acuerdo de colaboración con la justicia y devolvió $3.7 millones. Tras cumplir parte de la pena, en junio del 2021, a Saint Malo le cambiaron la medida cautelar por trabajo comunitario o social en un centro de salud.