En el país se han realizado 104 trasplantes y hay 13 pacientes en lista de espera, un número propenso a aumentar
La Ciudad de la Salud en Panamá, se convirtió en el centro hospitalario más grande de Centroamérica en realizar trasplantes hepáticos, informó este sábado la Caja de Seguro Social (CSS).
Explica que se trata de un nuevo hito desde que se empezaron a realizar este tipo de cirugías el 21 de marzo de 2011.
Informó que actualmente 13 pacientes están en lista de espera y se estima que este número aumente, debido al creciente índice de enfermedades hepáticas, como la cirrosis, que es comúnmente causada por el consumo excesivo de alcohol, y la enfermedad del hígado graso, relacionada estrechamente con la obesidad y la diabetes.
El informe indica que el Programa Nacional de Trasplante Hepático ha alcanzado dos importantes logros con la realización de 104 trasplantes desde su creación hace 14 años, y la reciente aprobación de los requisitos para lograr su licencia sanitaria en la Ciudad de la Salud.
Explica que en Panamá se realizan trasplantes hepáticos en dos modalidades: de donante fallecido, que involucra a una persona con muerte encefálica, y el de donante vivo relacionado, en el que un familiar cercano dona una porción de su hígado.
El trasplante de donante fallecido se realiza hasta los 65 años de edad y el de donante vivo hasta los 70.
La historia de los trasplantes hepáticos en Panamá comenzó el 21 de marzo de 2011, cuando se llevó a cabo el primero en el país, liderado por destacados médicos como Lizka Richards, Norberto Carreño y Leonardo Santamaría.
Desde entonces, el programa ha logrado grandes avances, incluyendo el primer trasplante hepático de donante vivo en 2022, lo que representó un avance histórico para la medicina nacional.
La doctora Melina Spence, médico de la clínica del pre y post trasplante hepático, destacó la importancia del protocolo de trasplante hepático, el cual incluye una serie de evaluaciones exhaustivas para determinar si un paciente es apto para el procedimiento.
“El protocolo no solo evalúa el estado de salud del candidato, sino que también es una fase de preparación para el post trasplante, orientando a los pacientes sobre cómo adoptar un estilo de vida saludable y cómo adherirse a su tratamiento a largo plazo”, explicó Spence.