Un médico costarricense y un comerciante de origen griego fueron sentenciados este lunes a penas de cárcel por integrar una red que reclutaba a personas pobres para extraerles un riñón a cambio de dinero, para transplantes a extranjeros, principalmente israelíes
Un tribunal de Costa Rica sentenció al médico Francisco Mora Palma, supuesto jefe de la red, a 12 años de prisión por el delito de tráfico de personas con fines de extracción ilegal de órgano, según el fallo leído por el panel de tres jueces en San José.
El comerciante griego Dimóstenes Katsigiannis fue condenado a ocho años de prisión como responsable de captar a personas con necesidades económicas y ofrecerles de 3 millones a 10 millones de colones (6.000 a 20.000 dólares en su momento) a cambio del órgano.
Otros tres médicos costarricenses estaban acusados de integrar la red pero fueron absueltos por el tribunal, que apuntó falta de pruebas de parte de la fiscalía.
La fiscalía y la policía judicial desbarataron la red en 2013 con la detención de los cinco acusados, después de éstos realizaran 14 trasplantes de riñones, en su mayoría a israelíes y europeos.
Según la acusación, Mora Palma habría utilizado instalaciones y laboratorios de un hospital público de San José, donde era jefe de nefrología, para realizar exámenes relacionados con los trasplantes.
Las operaciones de extracción de órganos se hacían en dos clínicas privadas de la capital costarricense, indicó la fiscalía.