El gigante estadounidense Facebook negó este jueves haber cerrado la cuenta de un internauta francés porque el usuario había reproducido una foto de la obra “El origen del mundo”, con una vulva en primer plano, del pintor realista francés Gustave Courbet (1818-1877)
El punto de partida del litigio es la denuncia de un profesor, que reprocha a la red social haber desactivado su cuenta personal, “sin previo aviso ni justificación”, el 27 de febrero de 2011.
El cierre de la cuenta tuvo lugar después de que publicara en su muro una foto de la célebre obra de Gustave Courbet, que representa el sexo de una mujer desnuda, con un vínculo para ver un reportaje sobre la historia del cuadro.
“No cometimos ninguna falta, ni ocasionado ningún perjuicio” afirmó en la audiencia Caroline Lyannaz, una de las abogadas de Facebook, quien aseguró que el demandante “no aportó ninguna prueba de un vínculo entre esa desconexión y la publicación de la obra de Gustave Courbet”.
Durante cinco años, Facebook batalló de recurso en recurso para tratar de evitar la justicia francesa, argumentando principalmente que estando domiciliado en California, la empresa solo podía ser juzgada en Estados Unidos.
Pero, en febrero de 2016, el Tribunal de apelación de París determinó que la justicia francesa era competente para juzgar a la red social.
El abogado del internauta, Stéphane Cottineau, que espera que el caso siente jurisprudencia para otras empresas de internet domiciliadas en Estados Unidos, se felicitó de que la justicia pueda “al fin pronunciarse sobre el fondo del dossier”.
El cuadro de Courbet, argumentó el letrado, es “una obra mayor”, que “forma parte del patrimonio cultural francés”.
Si bien el reglamento de Facebook prohíbe las publicaciones que “contienen desnudos”, Cottineau considera que se trata de una “representación magnificada, sublimada, por el talento del artista”.
Pintado en 1866, “El origen del mundo” chocó a la sociedad burguesa de la época. El encargo de la obra es atribuido a un diplomático turco instalado en París, que debió venderla para saldar deudas. El cuadro fue pasando de mano en mano y hoy en día está expuesta en el museo de Orsay en París.