El esperado debut de Cristiano Ronaldo con la Juventus tendrá un escenario particular: el domingo en el estadio de Villar Perosa, con capacidad para 5.000 espectadores, ante la formación filial del equipo italiano, en un amistoso tradicional en el feudo de la familia Agnelli, propietaria del club.
Ronaldo fichó por la ‘Juve’ hace un mes, procedente del Real Madrid por 100 millones de euros. Lucirá su nueva camiseta en el tradicional encuentro que disputan antes de iniciar cada curso el primer equipo y el filial, en Villar Perosa, a 40 kilómetros al oeste de Turín.
– ‘Esperaba jugar aquí algún día’ –
Este pueblo de 4.000 habitantes a los pies de Los Alpes alberga la gran propiedad de los Agnelli, la familia que controla el club prácticamente sin interrupción desde 1923 y que instauró este partido para abrir la temporada.
“La Juventus es un gran club, lo conozco desde que era pequeño y esperaba jugar aquí algún día”, señaló Ronaldo en una entrevista publicada este sábado en el nuevo canal de televisión del gigante italiano, que se emite por internet.
“Soy profesional desde hace 15 o 16 años y mis métodos de trabajo son siempres los mismos. No quiero cambiar nada de mi modo de trabajo, de mi ética”, añadió según la transcripción recogida por la Gazzetta dello Sport. “Debo adaptarme rápido pero no estoy preocupado”, dijo.
Lejos de las catedrales del fútbol europeo; como el Santiago Bernabéu, el Camp Nou u Old Trafford, el cinco veces Balón de Oro debutará como blanquinegro en un terreno municipal, que lleva el nombre de Gaetano Scirea, un rudo defensa histórico de la Juventus.
El recinto acogerá a más espectadores que habitantes tiene Villar Perosa: las 5.000 entradas disponibles se vendieron hace mucho tiempo.
Con la llegada del portugués y la enorme ola de entusiasmo en el norte de Italia, se propagó el rumor de un cambio de escenario, hacia un estadio mayor, para poder albergar a todos los hinchas interesados en dar la bienvenida a CR7. Los Agnelli decidieron respetar las costumbres y el duelo se jugará en su cuadro bucólico habitual.
Esto podría llevar a Ronaldo a una proximidad inédita con sus hinchas: la tradición dice que cinco minutos después del inicio de la segunda parte de los espectadores tienen ‘derecho’ a invadir el terreno y saludar a sus ídolos.