El demandante nació mujer pero se identifica con el sexo masculino, por lo que generalmente viste como un hombre. Fue despedido tras sólo siete días de trabajo en una clínica de la provincia de Guizhou, sureste de China
Un hombre transgénero chino cantó victoria hoy, martes, después que un tribunal consideró ilegal su despido del trabajo, en el primer caso de este tipo en el país, aunque la empresa no fue condenada por discriminación.
El demandante nació mujer pero se identifica con el sexo masculino, por lo que generalmente viste como un hombre. Fue despedido tras sólo siete días de trabajo en una clínica de la provincia de Guizhou (sureste), según los medios de comunicación locales.
Un tribunal de Guiyang, capital de Guizhou, condenó a la empresa a pagar al hombre, conocido bajo el seudónimo de “Señor C”, la suma de 843 yuanes (116 euros) de salarios impagos y una compensación de 1.500 yuanes (206 euros), indicó el sitio de información chino The Paper.
Pero el tribunal juzgó el mes pasado que las pruebas eran insuficientes para concluir en que el despido del demandante estuvo vinculado a su condición de transgénero, precisó.
El “Señor C” declaró que está “muy satisfecho” con la sentencia. “Es el primer caso registrado en China que afecta a un miembro de una minoría sexual”, indicó.
La falta de una condena por discriminación demuestra que “la atención a todos es aún necesaria en el dominio legislativo”, añadió.
El hombre presentó la demanda ante la justicia tras haber perdido en un proceso de arbitraje, en que se había dictaminado que “no contaba con las competencias adecuadas” para ejercer su cargo como agente comercial.
Una persona transgénero se identifica con otro sexo que el que le fuera atribuido en su nacimiento, sin tener forzosamente que someterse a una cirugía de reasignación sexual.
La comunidad LGBT (lesbianas, gais, bisexuales y transexuales) china cada vez cuenta con mayor aceptación en la sociedad del gigante asiático, sobre todo entre la juventud urbana, aunque también persisten las actitudes conservadoras a su respecto.
Los militantes LGBT ya no dudan en presentar sus casos ante la justicia, aunque hasta ahora con un éxito moderado.
Un tribunal de Changsha (centro) desestimó en abril de 2016 la demanda de dos hombres que querían casarse. Pero, por ejemplo, en 2014, un tribunal pequinés condenó a una clinica a indemnizar a un joven por haberle aplicado un tratamiento de electrochoques con el objetivo de “curarlo” de su homosexualidad.