El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, defendió este martes, en su discurso de despedida, los logros alcanzados durante sus dos periodos como mandatario del país norteamericano. Obama evocó el deshielo con Cuba, el acuerdo nuclear con Irán y la reforma sanitaria como su legado
Al inicio de su intervención, el presidente afirmó que “Estados Unidos es más fuerte ahora que hace ocho años”. Sin embargo, reconoció que el racismo aún es una “fuerza divisiva” en el país. Obama llamó a la unidad “más allá de nuestras diferencias”.
El mandatario hizo una radiografía de las luchas globales en las que Estados Unidos ha jugado un papel importante, desde las guerras, pasando por el reciente acuerdo del clima, la amenaza del Estado Islámico, hasta las masacres internas (un problema que nunca pudo evitar).
Según el presidente Obama en todos estos temas Estados Unidos ha sido de gran influencia en el mundo, por lo que atender las problemáticas que aquejan a la humanidad también es cuidar de la nación. “Nuestros rivales como Rusia o China no pueden igualar nuestra influencia en todo el mundo”, expresó Obama.