Agentes del servicio de inteligencia rondaban la zona. “No hay agua, no hay luz, no hay comida. Ya no aguantamos”, dijo Jorge Lugo, un habitante del barrio Santa Mónica (sureste de Caracas) que llevaba una bandera en el cuello.
El presidente venezolano, Nicolás Maduro, y el opositor Juan Guaidó empezaron este sábado a movilizar a sus seguidores en las calles, en una nueva escalada de tensiones, en medio del caos por un apagón que colapsó desde el jueves al país petrolero.
“Queremos marchar”, “Sí se puede”, gritaba un grupo de seguidores de Guaidó a un contingente de antimotines que bloqueaba el acceso a la avenida Victoria, al este de Caracas, donde la policía impidió la instalación de la tarima para el mitin del opositor.
Agentes del servicio de inteligencia rondaban la zona. “No hay agua, no hay luz, no hay comida. Ya no aguantamos”, dijo Jorge Lugo, un habitante del barrio Santa Mónica (sureste de Caracas) que llevaba una bandera en el cuello.
“Creen que van a meternos miedo hoy, pero se van a llevar una sorpresa de pueblo y de calle. Pretenden jugar al desgaste, pero ya no tienen manera de contener a un pueblo que está decidido a concretar el cese de la usurpación”, tuiteó este sábado Guaidó, reconocido por más de 50 países como presidente interino de Venezuela.
Maduro, quien convocó a sus seguidores a una marcha “antiimperialista” cuando se cumplen cuatro años desde que Estados Unidos declaró a Venezuela “amenaza” para su seguridad”, atribuye el apagón a una “guerra eléctrica” promovida por “el imperialismo estadounidense”.
“Seguimos en batalla y victoria ante la permanente y brutal agresión contra nuestro pueblo. Hoy, más que nunca, somos antiimperialistas. ¡Jamás nos rendiremos!”, escribió este sábado en Twitter Maduro, quien no ha comparecido públicamente durante el apagón y es esperado este sábado en la manifestación chavista en el centro de Caracas.
El gigantesco corte de luz, el peor que sufre el país petrolero de 30 millones de habitantes, comenzó el jueves a las 16H53 locales (20H53 GMT) en Caracas y casi todos los 23 estados de Venezuela.
El servicio se restablecía poco a poco este sábado en la capital y en los estados de Miranda y Vargas, aunque no en muchas regiones -como Táchira, Zulia y Barinas-. Las autoridades aún no dan un balance de la situación.
La masiva falla eléctrica se produce en medio del hartazgo por una fuerte crisis económica, con escasez de medicinas y alimentos y una hiperinflación que ha provocado el éxodo de 2,7 millones de venezolanos desde 2015 según la ONU y que la OEA proyecta llegará a cinco millones este año.
– “Estamos cansados” –
En Caracas aún estaba suspendido el servicio del Metro -que moviliza a diario a unos dos millones de personas-, lo que obliga a la gente a largas caminatas. Las telecomunicaciones también comenzaban a normalizarse y los comercios seguían cerrados.
El apagón obligó a suspender las actividades laborales y escolares, causando zozobra en la población, que tampoco ha tenido agua y ha estado prácticamente incomunicada por la inestabilidad de las redes de telefonía e internet.
“El problema es la comida, había comprado carne y se va a dañar. Voy a la marcha porque tiene que haber cambio a juro (necesariamente). Estamos cansados”, declaró a la AFP Luis Álvarez, transportista de 51 años.
Los hospitales han vivido situaciones dramáticas; los que tienen plantas generadoras las usan solo para emergencias. Los vuelos fueron cancelados y cientos de personas quedaron varadas en el aeropuerto internacional Simón Bolívar y otras terminales aéreas.
La oposición denunció decenas de muertes debido al corte eléctrico, lo que el ministro de Comunicación, Jorge Rodríguez, calificó de “falso”.
La colapsada economía está paralizada, ya que nadie puede retirar dinero de los cajeros ni usar ningún tipo de tarjetas, en un país donde las transacciones electrónicas son indispensables incluso para operaciones pequeñas como comprar una barra de pan por la escasez de efectivo.
Algunas personas sacaban gasolina de sus vehículos para alimentar plantas generadoras, pues muchas estaciones de servicio estaban cerradas y en las muy pocas que estuvieron abiertas había largas filas de vehículos.
– ¿Sabotaje o negligencia? –
Maduro mantiene un duro enfrentamiento con la administración de Donald Trump, que reconoció al jefe parlamentario Guaidó como presidente encargado de Venezuela, al igual que más de 50 países.
Sin dar mayores detalles, el gobierno denunció un “ataque cibernético” al sistema de control de la hidroeléctrica de Guri, ubicada en el estado Bolívar (sur), la mayor de Venezuela y la segunda de América Latina, superada solo por la de Itaipú (Brasil-Paraguay). El apagón también afectó al vecino estado brasileño de Roraima.
La oposición y expertos responsabilizan al gobierno por falta de inversiones y mantenimiento y por la corrupción ante recurrentes interrupciones del servicio eléctrico, principalmente en el interior del país, pero las autoridades denuncian constantes actos de “sabotaje”.
El asesor de seguridad nacional de Trump, John Bolton, consideró que “el sistema eléctrico de Venezuela colapsó” debido “a años de una gestión corrupta de Maduro”.
Rodríguez anunció que Venezuela denunciará a Estados Unidos por el apagón y presentará las “pruebas del sabotaje” a una misión de la Oficina de Derechos Humanos de la ONU que llegará el domingo al país.
El ministro de Defensa, Vladimir Padrino, calificó al apagón de “agresión deliberada” por parte de Washington y anunció un “despliegue de seguridad” de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB).