La compañía espacial SpaceX realizó este jueves el primer lanzamiento comercial de su cohete pesado Falcon Heavy para colocar un satélite saudita en órbita y consiguió recuperar por primera vez los tres impulsores de la aeronave en la Tierra.
“Falcon Heavy va rumbo al espacio”, dijo un comentarista de SpaceX durante la retransmisión del lanzamiento en directo en internet, poco después del despegue. “La trayectoria parece buena”.
Falcon Heavy, que despegó de Cabo Cañaveral (Florida) a las 18H36 locales (22H36 GMT), colocó el satélite Arabsat-6A, de seis toneladas, en órbita geoestacionaria, a 36.000 km de la Tierra, 34 minutos después del despegue.
El otro objetivo de la compañía era recuperar los tres impulsores del cohete. Dos de ellos se posaron en tierra firme ocho minutos después del despegue, y el tercero lo hizo en una plataforma flotante en el océano Atlántico llamada “Of course I still love you” (“Claro que te sigo queriendo”), casi 10 minutos después del lanzamiento.
SpaceX tiene dos cohetes operativos: el Falcon 9, que realiza la mayoría de los lanzamientos y domina el mercado estadounidense (21 misiones en 2018), y el Falcon Heavy, utilizado para transportar cargas mucho más pesadas hasta órbitas más distantes.
El lanzamiento de este jueves es el segundo de un Falcon Heavy. En febrero de 2018, la compañía realizó un primer vuelo exitoso sin clientes, pero no logró recuperar el impulsor en la plataforma marítima.
SpaceX recupera esas partes del cohete para reutilizarlas, lo cual reduce mucho el coste de los lanzamientos.