Las lluvias recientes y el deshielo han causado el desborde de varios ríos.
Las inundaciones causadas por lluvias de primavera boreal que azotaron a Quebec durante varios días, obligaron a la evacuación de 1.500 personas y afectaron a unas 2.500 casas en la provincia canadiense (oeste), informaron las autoridades este lunes.
Las tareas de rescate incluyeron el despliegue de unos 800 soldados en las áreas afectadas, donde distribuyeron bolsas de arena y transportaron a residentes desde las áreas inundadas.
Según cifras publicadas este lunes por Urgencias de Quebec, se contabilizó un total de 2.389 casas inundadas, mientras que 626 quedaron aisladas por el agua, y 1.500 personas fueron evacuadas.
La ministra de Seguridad Pública de Quebec, Geneviève Guilbeault, quien visitó la zona afectada, llamó a la población a “no correr riesgos innecesarios”, a seguir las instrucciones de seguridad y obedecer las órdenes de evacuación de las autoridades locales.
En una breve conferencia de prensa recordó que algunas de las localidades afectadas ya habían sufrido inundaciones devastadoras en 2017, y lamentó que los residentes tuvieran que “revivir esta pesadilla”.
Las áreas más afectadas están en la región de Beauce, al sur de la ciudad de Quebec. Alrededor de 300 casas quedaron bajo el agua en Beauceville y otras 1.000 en la ciudad de Sainte-Marie.
Las lluvias recientes y el deshielo han causado el desborde de varios ríos.
Desde el domingo, las altas temperaturas aumentaron los temores de una aceleración del deshielo y los servicios de información meteorológica pronosticaron lluvias en el sur de Quebec para los próximos días.
Las inundaciones dejaron una primera víctima el sábado en el municipio quebequés de Pontiac, al oeste de Ottawa, donde una septuagenaria cayó a un río con su vehículo, al no ver que las aguas habían arrastrado el pequeño puente por el que quería pasar.
Más al este, la provincia de New Brunswick también se preparaba para enfrentar inundaciones de las crecientes aguas del río Saint John.
El este de Canadá experimentó en la primavera de 2017 su peor inundación en medio siglo, con daños significativos y la evacuación de varios miles de personas desde Ontario hasta New Brunswick.