La noticia de su detención llegó de sorpresa. EL jefe de escoltas de Martinelli es la pieza clave en un entramado que introdujo cientos de armas al país ilegalmente. La operación manejó aproximadamente más de 250 mil dólares
La Fiscalía Anticorrupción mantiene detenido a Jaime Trujillo, quien fuera el director del Servicio de Protección Institucional, SPI, durante el gobierno de Ricardo Martinelli. Hoy es uno de los principales acusados en un caso de corrupción y tráfico ilegal de armas que se gestó en las entrañas de la institución que dirigió durante el pasado gobierno de acuerdo con la investigación de la fiscalía.
Jaime Trujillo es un tipo de buena estatura, ya entrado en edad, pero aún de porte saludable y firme. Tiene las huellas de su formación militar hasta en la mirada. Había dejado la carrera castrense y encontró en el Súper 99, propiedad del expresidente, un espacio ideal como jefe de seguridad. Pronto se ganó la confianza de Martinelli y así cuando en 2009 este llega a la presidencia, pareció lógico que nombrara a Trujillo como director del SPI, aunque este no estuviera relacionado a ese cuerpo de seguridad.
Esa confianza le valió a Trujillo no solo para tener el cargo de director, sino para que le dieran el rango de comisionado, a pesar de que no estaba dentro de la carrera militar. Era común verle en pantalones de fatiga y zapatos militares, correa táctica y pistola al cinto.
Quizás esa afición por las armas cortas fue la llave que abrió las puertas de una operación que según el Ministerio Público pudo llegar hasta generar unos 243 mil 600 dólares, en una triangulación precisa de 406 pistolas marca glock que fueron vendidas para uso particular en transacciones ilegales y lo más trágico orquestada desde instituciones de seguridad en una peligrosa combinación de influencias, fuerza, poder y dinero.
La Triangulación
El gobierno había extendido la prohibición para la importación de armas en octubre de 2012, pero un importador de armas de nombre Ricaute Grajales propietario de la empresa Armas y Municiones Nacionales S.A., ARMUNAL asegura que agentes de los estamentos de seguridad le pedían siempre que les vendiera armas cortas para su uso personal. y ese fue el gatillo que disparó la idea.
ARMUNAL no podía vender armas, por la prohibición, y encontró en Trujillo el socio perfecto. Pues ambos simularon una donación al SPI de 406 pistolas marca Glock, armas que nunca fueron pensadas para ser del arsenal de la institución, sino que de antemano era todo un camuflaje para burlar el impedimento de importación sin mayores riesgos.
Las armas fueron custodiadas por el SPI que sirvió como “agente comercializador de ARMUNAL”, dice la fiscalía. El SPI entregaba las armas y los compradores depositaban el dinero en una cuenta de la Caja de Ahorros, perteneciente a ARMUNAL. Cada pistola se vendía en hasta 600 dólares. Aunque el interesado podía comprarlas en rebaja de preventa hasta por $550.00.
Pero el cargamento no se vendió completo y el SPI terminó comprando 150 armas Glock, asegurando igualmente los rendimientos de ARMUNAL que tuvo un negocio redondo.
El cabo suelto
Varias decenas de estas pistolas distribuidas a mediados de 2013 llegaron a manos de personas que no eran agentes del SPI. Que tampoco tenían los permisos para la tenencia de armas de fuego y Trujillo ordenó que se utilizaron los polígonos del SPI para prácticas de tiro y aprobar los requisitos de ley para obtener los permisos. Además se les daba mantenimiento a las armas.
Justo ahí quedaron en la armería del SPI 7 pistolas Glock, cuando se dio el cambio de gobierno. El grupo de armas se mantuvo en la institución hasta que el 28 de julio de 2014 el entonces recién nombrado director del SPI, Eric Estrada, da la voz a las autoridades del Ministerio Público al encontrar que la institución daba mantenimiento a seis armas propiedad de particulares y que una séptima Glock esperaba la aprobación del permiso en la DIJ para ser entregada…
Eso dio pie a la investigación y el áudito que hoy tiene detenido a Jaime Trujillo, Ricaute Grajales, David Robles, jefe de la Armeria del SPI y Carlos Castillo también miembro del SPI. Se encontró además que Trujillo tenía en su poder dos de esas pistolas, lo mismo que se señaló que le “obsequiaron” armas al exministro Roberto Henríquez, a Alejandro Garuz y a Gustavo Pérez.
Por los delitos señalados de corrupción las penas van de 2 a 10 años de cárcel, mientras el tráfico de armas es penado con entre 6 y 8 años de prisión.
[…] La fiscalíá afirma que en la operación entre Grajales y el entonces director del Servicio de Protección Institucional, SPI, Jaime Trujillo, se utilizó a la institución como una agencia comercializadora de ARMUNAL, puesto que ese cuerpo de seguridad administraba y custodiaba las armas mientras estas se vendían. ( Vea también Exdirector del SPI acusado de tráfico de armas) […]
Estamos en Panamá cuanto apuestan q al igual q otros casos de corrupción este tendrá un final feliz se enfermaran y todos para su casa cuanto tienes cuanto vales Panamá y los panameños
quien exporto pra ellos???