Unos 2 mil opositores venezolanos exigieron este lunes en las calles de Caracas un adelanto de elecciones como vía para sacar al presidente Nicolás Maduro del poder, a quien culpan de la profunda crisis política y económica que atraviesa el país
Policías civiles y militarizados impidieron a los opositores avanzar hacia la sede del Consejo Nacional Electoral (CNE) en Caracas, como ocurrió en varias marchas en 2016, sin mayores incidentes aunque hubo pequeñas escaramuzas en otros puntos del país, donde también protestaron.
“Venimos a exigir el derecho a votar. Es la única manera de cambiar esto”, afirmó Julio Borges, jefe del Parlamento de mayoría opositora, al entregar una carta con ese pedido a Luis Emilio Rondón, único de los cinco rectores del CNE afín a la oposición.
Rondón, quien acudió al encuentro de la marcha en la avenida Libertador -donde fue bloqueada-, prometió tramitar la solicitud porque la crisis es “inocultable” y “las instituciones tienen que responder”.
Varios miles de chavistas marcharon en el centro de Caracas hacia el Panteón Nacional, donde fueron llevados los restos del dirigente Fabricio Ojeda, considerado por el oficialismo un “mártir” asesinado en 1966 por “la oligarquía”.
Con la banda presidencial cruzada en el pecho, Maduro llegó al Panteón para rendirle honores en un acto solemne.
“El pueblo está en la calle apoyando al presidente. No vamos a permitir que acaben con nuestra revolución”, declaró Pedro Camargo, vestido de rojo -color del gobernante partido socialista-, como todos en la marcha chavista.
¡Elecciones ya!
Las manifestaciones en contra y a favor de Maduro ocurren este lunes en una fecha simbólica, pues el 23 de enero se conmemora la caída de la dictadura militar de Marcos Pérez Jiménez.
Esta fue la primera marcha que organizó la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) después de que el CNE suspendiera en octubre un proceso de referendo revocatorio contra Maduro, e iniciara un diálogo entre gobierno y oposición. Ambos hechos desactivaron las protestas.
“Quiero que se hagan elecciones, es la mejor forma de salir del gobierno que nos tiene tan mal”, expresó a la AFP Dora Valero, enfermera jubilada de 63 años que en la marcha llevó en el pecho un cartel que rezaba: “Elecciones ya”.
Según encuestas privadas, ocho de cada 10 venezolanos reprueban al gobierno, cansados de la severa escasez de alimentos y medicinas, y una inflación que el FMI cifró en 475% el año pasado y proyecta en 1.660% para 2017.
Pero el mandatario atribuye la crisis al desplome de los precios del petróleo -fuente del 96% de divisas- y prometió que 2017 habrá “recuperación”. Para ello, en parte, según dijo, cambió el domingo al presidente del Banco Central.
“El gobierno teme que una reacción en cadena de calle, por la terrible situación económica, pueda crear una tormenta perfecta que se le salga de las manos”, opinó el analista Diego Moya-Ocampos, del centro del IHS Markit Country Risk (Londres).
En las últimas semanas, media docena de opositores, entre ellos un diputado suplente, fueron detenidos por el recién creado “comando antigolpe”, que encabeza el vicepresidente Tareck El Aissami, un chavista radical.
Oxígeno al diálogo
La mayoría opositora parlamentaria declaró el 9 de enero en “abandono de cargo” a Maduro, responsabilizándolo de la crisis, y exigió adelantar las elecciones presidenciales previstas para fines de 2018.
El oficialismo acusa a la MUD de intentar así dar un golpe de Estado y descartó un adelanto de las presidenciales, pues asegura que sólo están previstos los comicios de gobernadores y alcaldes, que debieron celebrarse en diciembre pasado y el CNE retrasó para 2017.
“En este momento no hay ninguna garantía de elecciones en el país. Y no hay democracia sin votos”, aseveró el excandidato presidencial opositor Henrique Capriles, quien anunció que las próximas protestas serán “sorpresa”.
Dividida sobre el diálogo y la estrategia para sacar a Maduro -que concluye su mandado en enero de 2019-, la MUD congeló en diciembre la negociación, afirmando que el gobierno faltó a pactos como la definición del cronograma electoral.
Ambos bandos se acusan de incumplir la palabra empeñada al papa Francisco. Los facilitadores del diálogo, el Vaticano y Unasur, propusieron el fin de semana un mecanismo para verificar el cumplimiento de acuerdos, en sus gestiones para descongelar el proceso.
La oposición admitió estudiar la propuesta, pero asegura que insistirá en reclamo de elecciones. “El pueblo va a seguir en la calle hasta lograr el voto”, dijo Borges