Una especie de gecko recientemente descubierta en Madagascar tiene una aptitud sorprendente: para escapar de sus predadores, puede abandonar sus escamas y su piel, que volverán a crecer en pocas semanas
Muchos lagartos pueden separarse sin problema de su cola si un predador la agarra, pero los geckos recién descubiertos (Geckolepis megalepis) van mucho más lejos para sobrevivir.
Tienen largas escamas, como peces, que se desprenden muy fácilmente, lo que les permite escapar de la mandíbula de un predador, y logran separarse incluso de su piel si ello es necesario, explican los investigadores, cuyo descubrimiento es publicado este miércoles en la revista científica PeerJ.
Mientras que otras especies de geckos pueden perder su piel cuando son agarrados con mucha fuerza por un predador, los Geckolepis megalepis pueden hacerlo fácilmente ante el mínimo contacto.
Y mientras que las otras especies de lagartos tienen que esperar mucho tiempo para regenerar sus escamas, los Geckolepis megalepis sólo necesitan de unas semanas.
Este mecanismo de regeneración, todavía poco entendido, podría aplicarse en la medicina, y las investigaciones están en curso.