El secretario general de la Organización de Estados Americanos, Luis Almagro, llamó este martes a las fuerzas armadas venezolanas a detener la “represión brutal” contra las manifestaciones opositoras
Oposición y gobierno se acusan mutuamente de la violencia en las protestas contra el presidente venezolano, Nicolás Maduro, que en seis semanas de manifestaciones dejan 42 fallecidos, incluyendo cuatro entre lunes y martes.
En las calles se intensifica el choque entre policías y la militarizada Guardia Nacional Bolivariana que lanzan por su lado bombas lacrimógenas y chorros de agua, y manifestantes encapuchados que se protegen con escudos de madera y metal, y responden con piedras, cócteles molotov, bombas de pintura y hasta excrementos.
Cientos de personas han resultado heridas y otros son detenidos, de los cuales 159, según denunció la organización civil Foro Penal, fueron enviados a prisión por tribunales militares luego de que la Fiscalía decidiera no acusarlos en la justicia ordinaria.
Almagro, que acusa a Maduro de dictador y pide elecciones en Venezuela, pareció en su mensaje advertir a los demás altos funcionarios que apoyan al gobierno venezolano que también son responsables de las muertes, las detenciones y las torturas.
Para la cabeza del ente continental, “detrás de cada detenido, de cada preso político, detrás de cada torturado y de cada muerto, hay un responsable institucional”.
Almagro acusó al jefe de la Guardia Nacional, el mayor general Benavides Torres, y al ministro de Relaciones Interiores, Néstor Reverol, quien supervisa la Policía Nacional Bolivariana, de ser “responsables de cada agresión, de cada tiro y de cada muerte”.
Y también apuntó sus lanzas contra el ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, al que acusó de ser “piedra angular del uso de la fuerza para sostener un golpe de Estado”.
Los crímenes de lesa humanidad son imprescriptibles de acuerdo al Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional (ratificado por Venezuela en 2000).
Después de dos años de creciente tirantez entre Almagro y el gobierno en Caracas, Venezuela inició formalmente a finales de abril el proceso de salida de la OEA, que tomará dos años completarse.