El acoso sexual en el trabajo, una plaga en todos los sectores

El acoso sexual en el trabajo, una plaga en todos los sectores
El tema cobró relieve la semana pasada, cuando el semanario Universidad publicó el testimonio de varias mujeres que relataron casos de hostigamiento sexual de parte de un profesor. Foto Ilustrativa/Archivo

El acoso sexual en el trabajo es una plaga mundial. De los deportes a los medios de comunicación, del cine a la moda o las finanzas, las denuncias sacuden a varias industrias tras las huellas del escándalo Weinstein

Desde comienzos de octubre, más de 50 mujeres denunciaron que a lo largo de décadas fueron víctimas de acoso, agresión sexual y violación a manos de Harvey Weinstein, el otrora superpoderoso productor de Hollywood. Sus víctimas incluyen a las célebres actrices Angelina Jolie y Gwyneth Paltrow.

La ganadora del Oscar Reese Witherspoon relató que tenía solo 16 años cuando fue agredida por primera vez por un director que no identificó, y dijo que sintió “rabia” hacia “los agentes y productores que me hicieron sentir que el silencio era una condición para mantener mi trabajo”.

El director James Toback ha sido blanco de decenas de acusaciones. La cantante de pop islandesa Bjork reveló asimismo que fue acosada por un director de cine que no quiso identificar.

Con respecto al mundo de la moda el grupo Conde Nast despidió esta semana a Terry Richardson, un fotógrafo neoyorquino conocido por sus imágenes sexualmente explícitas, vetando así su trabajo de varias de las principales revistas del mundo.

A pesar de haber recibido denuncias durante años, la compañía de medios solo actuó luego de que un diario británico indicó que Richardson era “el Harvey Weinstein de la moda”.

Medios como el Fox News es sacudido por denuncias de acoso sexual de parte de su expresidente, el difunto Roger Ailes, y de su expresentador estrella Bill O’Reilly. Ambos llegaron a acuerdos de indemnización amistosos con varias empleadas de la empresa.

El diario The New York Times informó la semana pasada que O’Reilly, despedido cuando estas denuncias salieron a luz, pagó en enero 32 millones de dólares a una sola mujer para evitar un juicio y la vergüenza pública.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *