El general retirado Michael Flynn, exasesor de Seguridad Nacional del presidente Donald Trump, se declaró culpable este viernes de haber mentido a investigadores sobre sus contactos con un alto diplomático ruso en diciembre del año pasado
La admisión de culpabilidad representa un verdadero terremoto político para el gobierno de Trump, a pesar de los esfuerzos desplegados por la Casa Blanca en esta misma jornada para despegarse del escándalo.
Al ser consultado este viernes por un juez del Distrito de Columbia si deseaba declararse culpable, Flynn apenas respondió: “Sí, señor”.
Flynn, de 58 años, fue inculpado por ofrecer “falso testimonio” en “un asunto bajo jurisdicción de una rama del poder ejecutivo del gobierno de Estados Unidos”, según documentos de la oficina del Fiscal Especial, Robert Mueller.
El impacto de la confesión de Flynn alcanzó a la bolsa de valores de Wall Street, cuyos principales índices cayeron más de 1%.
La confesión de Flynn se enmarca en la investigación que encabeza el Fiscal Especial, Robert Mueller, sobre la eventual colusión entre el comité de campaña de Trump y funcionarios rusos durante la carrera presidencial del año pasado.
En una nota oficial, Flynn dijo que asumía “plena responsabilidad” por sus actos y admitió que como parte del acuerdo con la justicia pasará a colaborar de buena fe con el equipo de Mueller, precisamente lo que la Casa Blanca más temía.