El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, decidió enviar a su emisario para Siria, Staffan de Mistura, al congreso de paz en Rusia la semana que viene, dijo este sábado un portavoz del organismo, pese al boicot al encuentro anunciado por la oposición al régimen de Bashar al Asad
Rusia había tratado durante mucho tiempo de que la ONU participase en la conferencia de Sochi, organizada para tratar de poner fin a los siete años de guerra en Siria.
Guterres “confía en que el Congreso en Sochi será una contribución importante” para revivir las conversaciones de paz celebradas bajo la égida de la ONU en Ginebra, dijo el portavoz del organismo internacional Stéphane Dujarric.
La decisión llega horas después de que el principal grupo opositor de Siria anunciara que boicoteará la apertura de las conversaciones en el balneario de Sochi, a orillas del Mar Negro, el lunes.
Rusia ha invitado a más de 1.500 delegados a la conferencia de dos días, que los países occidentales ven como una competencia a los esfuerzos de desencallar el conflicto de la ONU y una oportunidad para Moscú de conseguir un acuerdo que sea favorable a su aliado Asad.
El boicot de la opositora Comisión de Negociaciones Sirias (SNC) siguió a dos días de conversaciones de la ONU en Viena que no lograron avanzar.
El portavoz del organización internacional indicó que Guterres había recibido garantías de que la conferencia de Sochi no buscaría dejar de lado las conversaciones de la ONU.
Guterres recibió información de De Mistura sobre el resultado de las conversaciones de Viena y tuvo en cuenta una declaración de Rusia en la que aseguraba que el resultado de la conferencia de Sochi “sería llevado a Ginebra como una contribución al proceso de conversaciones sirias bajo la égida de las Naciones Unidas “, dijo el portavoz en un comunicado.
El jefe de la ONU ha “decidido aceptar la invitación de la Federación de Rusia para enviar un representante para asistir al Congreso de Sochi” y pidió a De Mistura que acuda, agregó.
La guerra en Siria ha dejado más de 340.000 personas muertas y millones de desplazados y refugiados.