Los videojuegos no sólo están permitidos sino que son obligatorios en las aulas de una escuela de China donde los alumnos se forman para ser profesionales del deporte electrónico (eSport), un sector en auge
“Caramba ¡estoy muerto!”, exclama un alumno durante una partida. A su lado, decenas de adolescentes de entre 14 y 23 años teclean sin perder de vista la pantalla. Estamos en el liceo técnico Lanxiang, en Jinan (este), y la clase ha comenzado.
El deporte electrónico se ha convertido en una disciplina profesional, con jugadores que se disputan sumas de dinero en torneos organizados en salas o estadios. Millones de personas siguen estas competiciones, también difundidas en internet.
Se prevé que en 2018 el sector genere 906 millones de dólares (732 millones de euros) de volumen de negocio a escala mundial (+38,2% anual), según el gabinete especializado Newzoo y China representa el 18% del total. En este país 260 millones de personas son aficionadas a juegos de eSport o siguen las competiciones, según la firma china iResearch.
El liceo Lanxiang forma a alumnos en distintos oficios: cocinero, mecánico, peluquero, soldador o informático. La sección eSport, lanzada en septiembre, cuenta con unos 50 estudiantes.
“Al comienzo los padres pensaban que consistía únicamente en jugar a videojuegos”, cuenta Rong Lanxiang, director del establecimiento.
“Una parte de las clases es por supuesto la práctica de videojuegos, pero formamos a los alumnos en todos los oficios del sector”, corrige el profesor Yang Xiao, de 26 años.
Este sector es “un factor de crecimiento económico” y “no puede ignorarse”, sostiene el director. “Nuestro colegio se adapta al mercado”.
Según el gabinete chino CNG, el deporte electrónico en China emplea a 50.000 personas, pero harían falta 260.000 más para cubrir todas las ofertas de empleo.