La responsable de desarme de Naciones Unidas alertó el lunes sobre la creciente amenaza de empleo de armamento nuclear y deploró el surgimiento de una nueva “carrera armamentista”
“La amenaza de uso de armas nucleares –en forma intencional o no– aumenta”, dijo Izumi Nakamitsu, durante la apertura de una reunión preparatoria de la conferencia sobre el Tratado de no Proliferación Nuclear (TNP) prevista para 2020.
“Esta es una amenaza que concierne a toda la humanidad y subsistirá en tanto que las armas nucleares permanezcan en los arsenales nacionales”, agregó la funcionaria.
El tratado, que entró en vigor en 1970, fue prolongado de forma indefinida en 1995, con una evaluación prevista cada cinco años.
Esta reunión preparatoria se desarrolla luego que Corea del Norte, que abandonó el TNP en 2003, anunció el fin de sus ensayos nucleares y de las pruebas de misiles balísticos intercontinentales.
Nakamitsu manifestó su esperanza de que estas novedades “contribuyan a construir la confianza y a preservar un clima propicio al diálogo y las negociaciones sinceras”.
Sin embargo advirtió que la humanidad actualmente “enfrenta desafíos similares al contexto que dio origen al TNP” hace 50 años.
“El marco geopolítico se deteriora (…) y ciertos instrumentos y acuerdos de los más importantes para nuestra seguridad colectiva se degradan. Los discursos sobre la necesidad y utilidad de las armas nucleares son cada vez más numerosos y los programas de modernización de los Estados dotados de armas nucleares conducen a lo que muchos califican como una carrera armamentista”, subrayó.
Un total de 191 países son miembros del TNP, entre ellos Irán y las cinco grandes potencias nucleares miembros permanentes del consejo de seguridad de la ONU (Estados Unidos, Rusia, China, Reino Unido y Francia)
Israel, que se considera dispone de armamento nuclear, como así también India y Pakistán, que han reconocido disponer de armas atómicas, tampoco han suscripto el acuerdo.
El TNP estipula que los países signatarios poseedores de tecnología deben abstenerse de transferir armas nucleares a otras naciones, y los países que carecen de esas armas deben renunciar a tratar de desarrollarlas u obtenerlas.