El jefe de gabinete del presidente Michel Temer afirmó este jueves que el caso Lula depende enteramente de la justicia brasileña, después que el líder de la izquierda, que purga una pena de doce años de cárcel, se dijera víctima de una “farsa judicial” en una columna del diario francés Le Monde
“La cuestión del expresidente Lula es determinada por el Poder Judicial. En Brasil respetamos la separación de poderes, no vamos a cuestionar una decisión del Poder Judicial”, afirmó el ministro de la Casa Civil, Eliseu Padilha, en una audioconferencia con medios internacionales.
El exmandatario brasileño (2003-2010) empezó a cumplir en abril en Curitiba (sur) una condena a 12 años y un mes de cárcel por corrupción y lavado de dinero. Lula lidera las encuestas, con casi un tercio de la intención de voto para las elecciones presidenciales de octubre, aunque según la legislación brasileña, una eventual candidatura debería ser invalidada por el tribunal electoral, ya que está condenado en segunda instancia.
“Como presidente, he defendido por todos los medios la lucha contra la corrupción, y no acepto que se me impute este tipo de crimen mediante una farsa judicial”, escribió Lula en Le Monde.
Al ser interrogado sobre esa columna, Padilha subrayó que Lula “tuvo un proceso formal, donde se respetó su derecho a la defensa” y que sus abogados todavía disponen de recursos ante instancias superiores.
La cancillería brasileña rechazó el miércoles, tachándolo de “arrogante”, un llamamiento de seis exmandatarios socialistas o socialdemócratas europeos -entre ellos el expresidente francés François Hollande y el exjefe de gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero- para que Lula tenga el derecho de “presentarse libremente ante el sufragio del pueblo brasileño”.
“No reconocemos en ningún otro Estado el derecho de cuestionar una decisión del poder judicial brasileño”, proclamó igualmente Padilha.