El fenómeno de categoría 4 -en una escala de 5- podría incluso intensificarse en su recorrido sobre el Golfo de México, según el Centro Nacional de Huracanes (NHC)
El huracán Michael, con vientos de 220 km/h y considerado “extremadamente peligroso”, se apresta a golpear este miércoles la costa de Florida, en estado de emergencia y donde miles de habitantes fueron llamados a evacuar.
El fenómeno de categoría 4 -en una escala de 5- podría incluso intensificarse en su recorrido sobre el Golfo de México, según el Centro Nacional de Huracanes (NHC). A las 09H00 GMT Michael se encontraba a 225 kilómetros al sur de Panama City y se desplazaba hacia el norte a una velocidad de unos 20 km/h.
“Es un fenómeno potencialmente mortal para las regiones del nordeste de la costa del Golfo de México”, previó el organismo. Las precipitaciones comenzaron a alcanzar la costa, mientras que se espera una marejada ciclónica de hasta 4 metros en algunas áreas, dijo el centro.
Unas 375.000 personas en más de 20 condados del estado de Florida recibieron la orden de evacuar, según la prensa local.
Por otro lado, el Servicio Meteorológico Nacional en la capital del estado, Tallahassee, emitió un dramático llamamiento para que las personas cumplan con las órdenes de evacuación.
“El huracán Michael es un fenómeno sin precedentes y no puede compararse con ninguno de los anteriores. No arriesgue su vida, váyase AHORA si se le pidió hacerlo”, recalcó.
Michael debería tocar tierra en las próximas horas en esta zona conocida como el “mango” de Florida, cerca de la frontera con Alabama, antes de seguir luego su camino hacia el Atlántico.
Podría ser “la tormenta más devastadora que haya afectado Florida en décadas”, había declarado el martes gobernador de Florida Rick Scott. Será “la más poderosa en más de cien años” en algunas regiones, advirtieron los servicios de urgencia del estado en Twitter en la noche del martes.
“Es su última oportunidad para prepararse para esta tormenta monstruosa y mortal”, había insistido también Scott, al precisar que 2.500 soldados de la Guardia Nacional habían sido movilizados.
– Estado de emergencia –
“Estamos muy bien preparados”, declaró el martes el presidente Donald Trump, que emitió una declaración de estado de emergencia para Florida, lo que permite liberar medios materiales suplementarios y fondos federales.
Después de Florida, Michael podría tocar “partes de Georgia y, lamentablemente, otra vez Carolina del Norte y del Sur”, ya golpeadas por Florence hace un mes, señaló el presidente. Florence causó unos 40 muertos y miles de millones de dólares en daños.
La gobernadora del estado vecino de Alabama, Kay Ivey, decretó el estado de emergencia en la tarde del lunes.
Las áreas costeras están bajo órdenes de evacuación obligatoria. En el condado de Bay en particular, donde está Panama City y se espera su impacto directo, éstas afectan a unos 120.000 residentes, dijo el alguacil Tommy Ford.
“Nunca puedes predecir lo que va a pasar, pero no tiene sentido asumir ese riesgo”, dijo Dean Allred, un residente de esta pequeña ciudad de 36.000 habitantes, al canal de televisión NBC cuando terminaba de comprar suministros.
– Filas prolongadas –
Los llamados se multiplicaron todo el martes para que los ciudadanos se pusieran a resguardo.
“Si usted está en medio de una marejada, no sobrevivirá”, dijo Scott.
Las autoridades insisten en que, cuando las condiciones sean muy peligrosas, los socorristas no responderán a los llamados de emergencia.
Si los residentes “deciden quedarse, habrá un momento en que no podremos llegar hasta donde estén”, dijo el jefe de bomberos de Panama City Beach, Larry Couch. “Cerraremos las operaciones en algún momento y, cuando lo hagamos, tendrán que arreglárselas solos”.
El martes, las filas en las estaciones de servicio eran prolongadas y algunos aún recogían sacos de arena para proteger las viviendas.
Danny Hess, un empleado de una gasolinera de Panama City, dijo al noticiero local de WJHG que se estaba quedando sin combustible. “Desde las 6 de la mañana hemos estado llenos”.
El Partido Demócrata entabló una demanda para exigir al gobierno que prolongue una semana el plazo para registrarse para votar, que terminaba este martes.
La autoridad electoral de Florida había ordenado poco antes a las oficinas locales aceptar nuevos registros de votantes hasta un día después de que reabran tras la emergencia.
El año pasado, una serie de huracanes catastróficos azotó el Atlántico occidental. Los más arrasadores fueron Harvey en Texas, Irma en el Caribe y Florida, y María, que azotó el Caribe y dejó casi 3.000 muertos en el territorio estadounidense de Puerto Rico.
La temporada de huracanes del Atlántico termina el 30 de noviembre.