Venezuela embistió este sábado al Grupo de Lima tras la propuesta de Perú de romper relaciones diplomáticas con el país petrolero, con un mensaje del canciller Jorge Arreaza que acusa a esa alianza de violar derechos humanos
“Cartel (grupo) de Lima: algunos gobiernos vinculados al narcotráfico/paramilitarismo; otros tan corruptos que sus expresidentes están presos; muchos presidentes investigados hoy; unos violan derechos de pueblos indígenas y DDHH; otros entregados al neoliberalismo con devoción”, escribió Arreaza en Twitter, imitando una definición de diccionario.
La vicepresidencia, en tanto, señaló en un boletín a gobiernos del grupo por “estar involucrados” en el ataque con drones cargados de explosivos ocurrido durante un acto militar que encabezaba el presidente Nicolás Maduro el pasado 4 de agosto en Caracas y guardar un “silencio cómplice luego del magnicidio frustrado”.
El canciller peruano, Néstor Popolizio, anunció el viernes que planteará en la próxima reunión del Grupo de Lima, el 19 de diciembre en Bogotá, romper relaciones con Venezuela y prohibir el ingreso a los países del bloque a todos los miembros de la cúpula del gobierno de Nicolás Maduro.
Ello cuando Maduro se prepara para comenzar el 10 de enero un segundo período presidencial (2019-2025), luego de su reelección en comicios realizados el pasado 20 de mayo, calificados por la oposición de fraudulentos y desconocidos por Estados Unidos, la Unión Europea y gran parte de la comunidad internacional.
Como nosotros hemos desconocido las elecciones (…), la consecuencia natural es que propongamos como una de las acciones una ruptura de relaciones diplomáticas”, dijo Popolizio.
El Grupo de Lima, creado en 2017 -año de protestas contra Maduro que dejaron unos 125 muertos en Venezuela-, es integrado por Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Paraguay, Perú, Guyana y Santa Lucía.
El bloque ha emprendido una fuerte ofensiva diplomática para aislar a Maduro, ante la masiva migración provocada por la crisis económica venezolana, con escasez de alimentos y medicinas y una inflación que el FMI proyecta en 10.000.000% para 2019.
Según la ONU, 2,3 millones de venezolanos han abandonado su país desde 2015.