Dos presidentes, dos lados de una frontera y dos eventos artísticos. Una sola crisis y miles afectados. La batalla humanitaria de las bandas.
El multimillonario británico Richard Branson anunció la semana pasada que organizará un concierto de ayuda para Venezuela. El evento se celebrará la noche del viernes en el lado colombiano de un puente fronterizo donde los suministros que se necesitan con urgencia están bloqueados por contenedores que fueron colocados ahí por orden de Nicolás Maduro, el presidente de Venezuela.
El gobierno de Maduro dijo el lunes que también organizará conciertos rivales del lado venezolano de otro puente fronterizo donde miles de venezolanos desesperados han cruzado recientemente a Colombia para escapar de la crisis económica y política de su país. Los funcionarios venezolanos también prometieron entregar 20.000 cajas de alimentos subsidiadas por el gobierno en Cúcuta, la ciudad colombiana donde la mayoría de los migrantes inician un largo e incierto camino a pie.
“Tal vez los artistas rivales sorprendan a todos y canten en unísono a Lennon o algo”, escribió en Twitter Patricia Garip, una periodista residenciada en Colombia. “O tal vez no”.
Los eventos rivales complican aún más la tensa escena en la frontera que tal vez tenga implicaciones significativas para el futuro de Venezuela, justo en un momento en que dos hombres reclaman al mismo tiempo la presidencia del país.
En el lado venezolano, hay soldados, milicianos y misiles enviados por las fuerzas leales a Maduro, cuya legitimidad fue desafiada en enero cuando el líder de la oposición, Juan Guaidó, se declaró presidente interino durante grandes manifestaciones contra el gobierno.
Del lado colombiano, hay camarógrafos de medios noticiosos recién llegados y camiones llenos de suministros. Sin embargo, Guaidó y otros líderes de la oposición no han explicado cómo llegará la ayuda a Venezuela, pues han dicho que compartir sus planes conllevaría un riesgo de seguridad.
El lunes, el presidente Trump pronunció su advertencia más frontal hasta ahora a las autoridades militares de Venezuela, pues le dijo a una multitud en Miami que “perderían todo” si seguían siendo leales a Maduro y se rehusaban a permitir la entrada de la ayuda de emergencia de Estados Unidos, de Colombia y de venezolanos en el extranjero que se ha acumulado a lo largo de la frontera. El gobierno de Trump y Guaidó han dicho que el sábado es la fecha límite para dar entrada a la ayuda humanitaria a Venezuela.
Trump dijo que los miembros del ejército venezolano no encontrarían “refugio, salida ni solución” si no aceptaban la oferta previa de amnistía por parte de Guaidó para quienes no fueran encontrados culpables de crímenes contra la humanidad. “Buscamos una transición pacífica de poder, pero todas las opciones están abiertas”, dijo Trump.
Maduro, que ya no es reconocido por Estados Unidos ni por alrededor de 50 países más como el presidente de Venezuela, ha prometido no permitir que la ayuda de Estados Unidos entre a su país. Lo citaron diciendo el lunes que 300 toneladas de ayuda llegarían por aire desde Rusia dos días después.
Agregó que su gobierno había pagado el cargamento de ayuda de Rusia, junto con ayuda de China y Turquía.
Ahora los eventos musicales en duelo están profundamente entrelazados en la batalla más amplia respecto de quién tiene la autoridad de ayudar a los ciudadanos venezolanos comunes y corrientes a lidiar con la escasez de alimentos y medicinas que amenaza sus vidas.
El objetivo del evento de Branson, Venezuela Aid Live, es recaudar cien millones de dólares en línea destinados a ayuda humanitaria con el fin de que “el mundo se dé cuenta de esta crisis inaceptable y evitable”, como señala el sitio web del concierto.
“Tristemente, Venezuela no se ha convertido en la utopía que esperaban tanto el gobierno actual como el gobierno anterior de Venezuela, y eso ha dado como resultado que muchas personas literalmente mueran por falta de asistencia médica”, le dijo Branson a The Associated Press el lunes, refiriéndose al gobierno de Hugo Chávez, predecesor y mentor de Maduro. “Creo que el evento dirigirá la atención mundial al problema”.
La AP informó que entre las bandas que tocarían en el Venezuela Live Aid, que se celebrará en el puente internacional bloqueado de Tienditas, en las afueras de Cúcuta, se encontraban la banda mexicana Maná y el cantautor dominicano Juan Luis Guerra, junto con el productor franco-español Manu Chao y el cantautor español Alejandro Sanz. Citó a Branson diciendo que todos los artistas participantes se presentarían gratuitamente.
Hasta el martes por la mañana no había certeza de quién se presentaría en el concierto rival del gobierno de Maduro en el puente Simón Bolívar, justo afuera de Cúcuta. El ministro del Poder Popular para la Comunicación y la Información Jorge Rodríguez dijo el lunes que los conciertos del sábado y el domingo tendrían el eslogan “Para la guerra nada” y “Fuera manos de Venezuela”.
Guaidó comentó el lunes que la decisión de Maduro de organizar un evento rival lo hacía ver “desesperado”. Cualquier artista internacional que acepte la invitación de Maduro de presentarse podría enfrentar fuertes críticas.
El año pasado, un célebre chef turco conocido como Salt Bae enfrentó agresivos ataques en las redes sociales después de que le sirvió a Maduro una comida extravagante en su asadero de Estambul.
“No sé quién sea el tal #Saltbae, pero ese tipo al que está muy orgulloso de recibir no es el presidente de #Venezuela”, tuiteó en ese momento el senador republicano de Florida Marco Rubio, quien ha encabezado la campaña del gobierno de Estados Unidos contra Maduro.
El chef, cuyo nombre real es Nusret Gokce, más tarde borró los videos en Instagram en que se le veía preparando chuletas de cordero para Maduro y su esposa.