El presidente Nicolás Maduro responsabilizó a “terroristas” por el nuevo apagón que paraliza a las principales ciudades de Venezuela y extendió hasta el miércoles el feriado nacional.
Cuando apenas se recuperaba de la peor falla eléctrica de su historia, ocurrida el 7 de marzo y que duró casi una semana, el país petrolero volvió a quedar a oscuras a partir del lunes. Las calles desoladas y los comercios cerrados.
“Es una verdadera desgracia, una crisis humanitaria, aquí se trabaja con las uñas”, se quejó Noe de Souza, de 36 años y dueño de una panadería, de las pocas que estaban abiertas en Caracas para liquidar en dos por uno los últimos productos.
Además de la capital, el corte afecta a 21 de los 23 estados, según reportes de usuarios en redes sociales. El gobierno socialista no suele dar informes del impacto de este tipo de emergencias.
La falla comenzó el lunes a las 13H22 (17H22 GMT) y colapsó el suministro de agua, las redes de telefonía e internet y la banca electrónica, vital ante la falta de efectivo que genera la voraz hiperinflación.
El gobierno de Maduro extendió por 24 horas más, hasta el miércoles, la suspensión de actividades laborales y educativas.