Conferencia Episcopal Panameña adecuará normas para protección a menores

Conferencia Episcopal Panameña adecuará normas para protección a menores
Los sacerdotes hicieron énfasis en la importancia de que se retomen los mecanismos de participación ciudadana, ya establecidos en la Ley de descentralización. Foto/Vía Iiglesia.org.pa

El objetivo de estas adecuaciones es garantizar la protección de los menores, cumpliendo con lo establecido en la Carta Apostólica en forma de Motu Proprio “Vos estis lux mundi” del Papa

La Conferencia Episcopal Panameña ( CEP) informó que hará las adecuaciones necesarias al documento “Protegiendo Nuestro Tesoro”, el cual contiene el protocolo para el manejo de los casos de abusos a menores, aprobado por la Santa Sede para toda la Iglesia Católica en Panamá.

“Reiteramos nuestro compromiso de tolerancia cero ante este crimen, que como bien señala la Carta Apostólica del Papa “causan daños físicos psicológicos y espirituales a las víctimas, y perjudican a la comunidad e los fieles”, indicó la  Conferencia Episcopal Panameña a través de un comunicado.

En el comunicado se explica que el objetivo de estas adecuaciones es garantizar la protección de los menores, cumpliendo con lo establecido en la Carta Apostólica en forma de Motu Proprio “Vos estis lux mundi” del papa Francisco, en la que se establecen las disposiciones generales para la prevención y el combate los delitos de abuso sexual que deben ser adoptadas a nivel universal en todas las Iglesias particulares.

“Para erradicar este crimen de la Iglesia es necesario del compromiso y la conversión de todas y todos. Para ello no solo se adecuará las normas sino que serán formados los agentes de pastoral, sobre los procesos que hay que aplicar para la prevención y combate de estos crímenes”, se recalcó.

Además, se reiteró lo expresado en el comunicado del mes de febrero del 2019 que: “trabajaremos en lograr el justo equilibrio para evitar los dos extremos de un justicialismo, provocado por el sentido de culpa por los errores pasados y de la presión del mundo mediático; y de una autodefensa de la Iglesia que no afronta las causas y las consecuencias de estos graves delitos”.

 

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