El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, y su par argentino, Mauricio Macri, discutirán el jueves en Buenos Aires la conclusión del acuerdo de libre comercio entre el Mercosur y la Unión Europea (UE), negociado desde hace dos décadas, afirmó este martes el portavoz del gobierno brasileño.
La visita se centrará “en el fortalecimiento de la hermandad económica entre Brasil y Argentina, teniendo como fondo la firma de un tratado entre la Unión Europea y el Mercosur”, afirmó el portavoz, Otávio Rêgo Barros.
Ese tratado contribuirá “al engrandecimiento” del Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay), “así como al engrandecimiento del grupo europeo”, agregó.
El ministro brasileño de Economía, Paulo Guedes, había afirmado poco antes ante una comisión parlamentaria en Brasilia que los dos bloques podrían estar a menos de un mes de la firma de un acuerdo.
Según Guedes, los avances tanto en las discusiones de cuestiones arancelarias con Argentina como en el acuerdo con la UE se dieron después de que Bolsonaro decidiera dinamizar el bloque sudamericano tras llegar al poder en enero.
“Apenas llegamos [al gobierno] empezamos a hablar con Argentina. Porque estamos en un Mercosur que no funcionó para Argentina ni para Brasil ni para ninguno de sus miembros. (…) Entonces empezamos a conversar con el gobierno de Argentina, diciendo: ‘Algo tiene que moverse'”.
También se intensificó el diálogo con la UE, señaló.
“Y estamos consiguiendo avanzar en esa dimensión, porque estamos posiblemente a tres, cuatro semanas (…) de llegar a un acuerdo con los argentinos, con los que llevamos 10 años negociando. Y con los europeos, [con los que] llevamos 20 años negociando”, adelantó.
“O llegamos a un acuerdo o paramos de conversar (…). Alguien que conversa durante 20 años sin resultados, es porque no quiere cerrar el negocio”, añadió Guedes.
Mercosur y la UE iniciaron las negociaciones en 1999, y pese a que las dos partes han anunciado en varias ocasiones estar cerca de un acuerdo definitivo, éste no se ha producido en dos décadas de conversaciones.
Los principales escollos han tenido que ver con el sector agrícola y la resistencia de la UE a abrir su mercado a los productos de América del Sur, y más recientemente con divergencias entre Brasil y la UE en relación a carnes, azúcar y el sector automotor.