La entrevista fue este domingo la principal noticia de la mayoría de los diarios británicos.
La prensa británica criticó severamente este domingo al príncipe Andrés tras una entrevista sobre el caso Epstein, durante la cual rechazó acusaciones de agresión sexual que le hizo una mujer y no expresó pesar por las víctimas del financista estadounidense.
Durante una entrevista difundida la noche del sábado por la BBC, el segundo hijo de la reina Isabel II habló de sus vínculos con Jeffrey Epstein, quien se suicidó en prisión en agosto, y desmintió “categóricamente” las acusaciones en su contra.
Virginia Roberts afirmó que había sido forzada a mantener relaciones sexuales con el príncipe Andrés en Londres en 2001, cuando ella tenía 17 años, y después en otras dos ocasiones en Nueva York y en la isla privada del financiero estadounidense en el Caribe.
“Le puedo decir categóricamente, rotundamente, que esto nunca ocurrió”, declaró el príncipe Andrés, quien se dijo dispuesto a declarar ante la justicia “en circunstancias propicias”.
La entrevista fue este domingo la principal noticia de la mayoría de los diarios británicos, y muchos ironizaron sobre sus argumentos de defensa, señalando que su “apuesta” de explicarse en televisión podría volverse contra él y la familia real.
“No parecía consciente de la seriedad del caso, riendo y sonriendo varias veces durante la entrevista (…) y sin expresar ningún pesar o inquietud por las víctimas de Epstein”, juzgó el diario Tha Guardian.
“Nunca he visto nada tan desastroso”, opinó el consultor de relaciones públicas y comunicación de crisis Mark Borkowski, para quien esta entrevista puede servir de ejemplo a estudiantes de “lo que no se hace”.
“Era como mirar a un hombre en arenas movedizas a quien, por desgracia, nadie habría tirado una cuerda” para tratar de escapar.
– “Demasiado honorable” –
El príncipe Andrés, de 59 años y octavo en la línea de sucesión al trono, reconoció que sus relaciones con Epstein han podido poner a la familia real en aprietos, pero cree no haber perjudicado la reputación de la reina Isabel II.
La prensa se burló particularmente de la coartada del príncipe, quien afirmó que se encontraba en un restaurante de una cadena de pizza express el día de los hechos descritos por Roberts. Un lugar inusual para un miembro de la familia real británica.
Cuando Roberts lo describe como sudoroso bailando en un club de Londres en 2001, dice que era imposible, según él por una enfermedad debido a una descarga de adrenalina cuando estuvo en la guerra de las Malvinas en 1982.
El Sunday Times, que publica una foto que muestra al príncipe “aparentemente” transpirando en 2000, ataca al “pobre” que se presentó como un “héroe de guerra”.
“Los caballos sudan, los hombres transpiran, pero los miembros de la familia real no hacen más que brillar”, ironizó el Sunday Times.
También se le reprochó por el vocabulario que empleó durante la entrevista, como el hecho que se presentara como “demasiado honorable” para explicar que había visto a Epstein en 2010 tras su condena, según él para cortar los lazos. O incluso cuando calificó de “inapropiado” el comportamiento de su amigo.
“¿¡Inapropiado!?”, le dijo la periodista que lo entrevistaba: “¡Es un delincuente sexual!”, le dijo.