Las autoridades atribuyeron el crimen a integrantes del Cartel del Noreste, uno de los ocho subgrupos en los que se ha dividió el violento cartel de Los Zetas.
Ocho sospechosos de participar en una violenta incursión narcotraficante en un poblado de Coahuila fueron detenidos, informó el martes la secretaría de Seguridad Pública de ese estado mexicano, con lo cual suman 10 los aprehendidos por este crimen que dejó 23 muertos.
Hasta la noche del lunes, eran ya “10 los probables delincuentes detenidos, tres menores rescatados, dos adultos rescatados, seis elementos de seguridad heridos”, así como 18 vehículos confiscados y un arsenal compuesto por armas largas, entre ellas 6 Barret, calibre .50, señaló la dependencia de ese estado norteño en nota oficial.
En tanto que el número de muertos subió de 22 a 23 y se compone de “17 delincuentes abatidos, 4 policías estatales, y dos civiles no armados”, detalló la entidad.
En principio, las autoridades atribuyeron el crimen a integrantes del Cartel del Noreste, uno de los ocho subgrupos en los que se ha dividió el violento cartel de Los Zetas, fundado por exmilitares de élite a finales de la década de 1990 en Tamaulipas.
Los hechos sucedieron el fin de semana cuando unos 60 sicarios a bordo de camionetas y con chalecos con logotipos del Cartel del Noreste, irrumpieron en la cabecera municipal de Villa Unión, un recóndito poblado del estado de Coahuila, fronterizo con Estados Unidos.
En su paso hacia el Palacio Municipal de esta localidad de poco más de 5.000 habitantes balearon al menos 36 casas, y al llegar a la sede del gobierno local siguieron disparando contra las instalaciones oficiales.
Los sicarios llevaban guías para entrar y salir de la recóndita Villa Unión.
Sin embargo, en la confrontación con fuerzas de seguridad, los guías se perdieron, y entonces los pistoleros decidieron secuestrar a dos trabajadores municipales (finalmente fallecidos) y a otras cinco personas, entre ellas tres menores, que ya fueron rescatados.
La secretaría de Seguridad de Coahuila aseguró que se mantienen las labores de búsqueda.
Villa Unión forma parte de lo que se conoce como Los cinco manantiales, una zona propicia para el trasiego de drogas por sus inhóspitas brechas.