La duración de la misión, del despegue a la separación de los satélites, será de unas 4 horas y 13 minutos.
Un cohete Soyuz despegó este miércoles desde la Guayana francesa con el telescopio espacial Cheops a bordo rumbo hacia los exoplanetas que tiene que estudiar con el objetivo de dar un paso más hacia la comprensión del origen de la vida.
Cerca de 4.000 exoplanetas, que orbitan en torno a una estrella diferente al Sol, han sido detectados desde el descubrimiento del primero, 51 Pegasi b, hace 24 años.
El objetivo de Cheops (CHaracterising ExOPlanet Satellite) no es encontrar nuevos exoplanetas sino analizar los que ya están identificados para intentar comprender de qué están hechos.
El lanzador despegó como estaba previsto a las 05H54, hora de Kourou (08H54 GMT) en el Centro Espacial Guyanés, según imágenes en directo retransmitidas por Arianespace.
La duración de la misión, del despegue a la separación de los satélites, será de unas 4 horas y 13 minutos.
También lleva un satélite de observación de la Tierra COSMO-SkyMed Second Generation, para la Agencia Espacial Italiana (ASI) y el ministerio de Defensa italiano.
Y tres cargas auxiliares: Angels, primer nanosatélite, financiado por el Centro Nacional de Estudios Espaciales (CNES) e íntegramente producido por la industria francesa; Eyesat, también financiado por el CNES; y Ops-Sat, de ESA.
Actualmente se estima que en la galaxia hay al menos tantos planetas como estrellas, es decir, cerca de 100.000 millones.
– “Primer escalón” –
“Queremos superar la estadística y estudiarlas detalladamente”, explica a la AFP David Ehrenreich, responsable científico de la misión Cheops dirigida por Suiza y la Agencia Espacial Europea (ESA).
Evidentemente no todas. Pero Cheops va a observar unas 500 y hacer “una foto de familia de los explanetas”, cuenta Günther Hasinger, director de programas científicos de ESA.
¿Cómo? Observando los exoplanetas cuando pasan delante de su estrella y crean una especie de minieclipse.
Al comparar la luz emitida por la estrella antes, durante y después del tránsito del planeta, los astrofísicos podrán deducir el tamaño y el radio del planeta, con una precisión inédita.
Estos nuevos datos, combinados con informaciones recabadas por telescopios en la Tierra sobre la masa, permitirán medir la densidad, parámetro esencial para determinar la composición del planeta. Un criterio fundamental para definir la probabilidad de que un planeta pueda albergar vida.
“La misión también permitirá medir la cantidad de luz que reflectan los planetas. Con el análisis de esta luz se puede tener una idea de la estructura de la atmósfera o de la superficie”, explica a la AFP Didier Queloz, Premio Nobel 2019 de Física.
¿Se podrá comprender el origen de la vida o detectar vida en otro planeta?
“No es algo que se va a resolver con Cheops, pero para comprender el origen de la vida, hay que comprender la geofísica de estos planetas”, añade Queloz. “Es como si tuviéramos una gran escalera, se empieza por el primer escalón”.
“Son necesarios muchos parámetros para que la vida sea posible”, recuerda Günther Hasinger.
“El lanzamiento es un momento importante, una etapa emocional pero el momento mágico para nosotros será cuando los datos empiecen a llegar”, dice Queloz.
Lo que no debería demorarse, según ESA, que estima que los “primeros resultados de Cheops deberían llegar rápidamente, en algunos meses”.