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¿Por qué los incendios en Australia son tan graves?

¿Por qué los incendios en Australia son tan graves?
Un hombre en el lago Conjola, Australia, intenta defender una propiedad el martes 31 de diciembre de 2019, mientras el fuego consume la casa de al lado. Esta temporada de incendios ha sido una de las peores en la historia de Australia, con al menos 15 personas asesinadas, cientos de casas destruidas y millones de acres quemados. (Matthew Abbott / The New York Times) Abrir en Google Traductor. FOTO/ NYT

Esta temporada de incendios ha sido una de las peores en la historia de Australia, pues ha dejado al menos 15 personas fallecidas, cientos de casas destruidas y millones de hectáreas quemadas. Además, el verano está lejos de llegar a su fin.

Esta semana, miles de habitantes y vacacionistas en el sureste de Australia fueron obligados a evacuar las costas a medida que los incendios forestales rodearon algunas comunidades y arrasaron con decenas de edificios. El miércoles 1.° de enero se desplegaron embarcaciones y aeronaves militares para transportar agua, alimentos y combustible a poblados aislados por los incendios.

El clima seco y caluroso que ha avivado los incendios no es ninguna novedad en Australia. A continuación, explicamos la razón por la que esta temporada de incendios ha sido tan devastadora.

¿Qué es lo que ocasiona los incendios?

Las temperaturas sin precedentes, la prolongada sequía y los fuertes vientos se han combinado para crear condiciones desastrosas para los incendios.

Cuando una intensa ola de calor abrasó a la mayor parte del país a mediados de diciembre, Australia registró su día más caluroso, con temperaturas altas promedio de 107,4 grados Fahrenheit, es decir, 41,9 grados Celsius. La ola de calor continúa esta semana en el sureste de Australia, y se espera que las temperaturas alcancen los 40,5 grados Celsius en Canberra, la capital.

El calor extremo se presentó después de la primavera más seca que se haya registrado. La mayor parte de Nueva Gales del Sur y Queensland ha experimentado escasez de lluvia desde principios de 2017. La sequía ha afectado los ámbitos agrícolas más productivos del país, algunos de los cuales ahora están en llamas.

¿Qué tanto abarcan los incendios?

A principios de septiembre, Australia comenzó a ver señales funestas respecto a la temporada de incendios de este año.

El 9 de septiembre, el hotel Binna Burra Lodge, un lugar histórico para vacacionar en las exuberantes montañas de Queensland, fue destruido por un incendio forestal. La pérdida y las llamaradas en las selvas circundantes alarmaron a los científicos, quienes afirmaron que dichos incendios eran extremadamente inusuales en una zona que por lo general es fresca y húmeda.

Los incendios se han extendido por todo el país en meses recientes, afectando a cuatro de seis estados. La costa este de Australia ha sido la más afectada. A principios de noviembre, 1500 bomberos combatieron 70 incendios en Nueva Gales del Sur, el estado del sureste donde se encuentra Sídney.

El 11 de noviembre, el estado declaró que la clasificación de peligro por incendios se encuentra en nivel “catastrófico”, por primera vez en la década desde que el sistema de alerta actual se puso en marcha. En Sídney, que emitió una prohibición total para encender fuego, el humo denso ha cubierto el cielo durante muchos días y la calidad del aire en ocasiones ha estado entre las peores del mundo. El martes, 31 de diciembre, las redes sociales se inundaron de fotografías de cielos de color rojo y personas huyendo hacia las playas entre Sídney y Melbourne.

¿Cuáles son los daños hasta el momento?

Aproximadamente, 4.000.000 de hectáreas se han incendiado en Nueva Gales del Sur, destruyendo casi 1000 hogares. Hay cerca de 90 incendios propagándose por el estado, y más o menos tres decenas más hacia el sur en Victoria.

En total, cerca de 5.000.000 de hectáreas han sido consumidas por los incendios. En contraste, aproximadamente 769.000 hectáreas se consumieron en 2018 en los incendios de California; en estos siniestros, que fueron los más destructivos del estado, fallecieron 100 personas aproximadamente.

Conforme las llamas arrasaban el sureste de Australia a principios de esta semana, el total de muertos de esta temporada de incendios es de al menos 15, y los funcionarios afirmaron que es probable que la cifra aumente. Unas siete personas murieron entre el 30 y el 31 de diciembre en Nueva Gales del Sur, entre ellas un bombero voluntario, el tercero que fallece en esta temporada, mientras que otra persona murió en Victoria.

¿Quién combate los incendios?

Decenas de miles de bomberos, la gran mayoría voluntarios, han trabajado durante semanas, en ocasiones en turnos de 12 horas diarias. La carga de trabajo de los bomberos ha puesto en tela de juicio la dependencia que tiene el país de los equipos voluntarios.

El gobierno federal de Australia anunció la semana pasada que los voluntarios en Nueva Gales del Sur (así como en otros estados, si lo llegaran a solicitar) recibirán una compensación de hasta 4000 dólares. En un principio, el primer ministro Scott Morrison se opuso a ese cambio de políticas.

Esta semana, mientras los incendios ocasionaron una destrucción generalizada, Australia desplegó a su Ejército y solicitó la ayuda de sus aliados. La Fuerza de Defensa Australiana afirmó el martes, 31 de diciembre, que enviará helicópteros militares Black Hawk y Chinook, aeronaves y embarcaciones navales a Victoria y Nueva Gales del Sur.

El gobierno también les solicitó a Estados Unidos y Canadá un suministro de aviones cisterna. Canadá ha afirmado que enviará a más de 30 bomberos para ayudar a los australianos.

¿La culpa es del cambio climático?

El devastador inicio de la temporada de incendios confirmó lo que los investigadores han estado prediciendo: los incendios forestales en Australia serán más frecuentes e intensos a medida que el cambio climático empeore.

De acuerdo con los reportes científicos, muy pocos países desarrollados están tan vulnerables ante el cambio climático como Australia.

Por lo general, Australia tiene un clima caliente y seco en el verano, pero el cambio climático, que provoca periodos más largos y frecuentes de calor extremo, empeora estas condiciones y hace que la vegetación esté más seca y sea más propensa a incendiarse.

Las catastróficas condiciones de los incendios han expuesto la incapacidad del gobierno australiano de reducir las emisiones de dióxido de carbono que atrapan el calor cuando se liberan en la atmósfera.

Incluso mientras las emisiones aumentan, al país, actualmente gobernado por una coalición conservadora, se le ha dificultado alcanzar un consenso político respecto a las políticas de energía y cambio climático. En parte, dichas políticas reciben la influencia de una larga historia minera en Australia y de su poderoso grupo de cabildeo a favor del carbón.

¿Cómo afecta el estado del tiempo al fuego?

El clima y el estado del tiempo son dos conceptos diferentes pero relacionados. El clima es una descripción de patrones del estado del tiempo predecibles a largo plazo en un lugar específico, mientras que el estado del tiempo es la combinación de sucesos que ocurren en la atmósfera en un tiempo y un lugar específicos, por ejemplo, la temperatura, el viento y la lluvia.

El clima cambiante se ha traducido en un aumento de temperaturas en los océanos Índico y Antártico, lo que a su vez se ha traducido en un estado del tiempo más seco y caliente en toda Australia este verano.

Los días que representan mayor peligro de incendios se presentan cuando el aire caliente y seco sopla desde el desértico centro del continente hacia las costas pobladas. Un frente estacionario (donde se encuentran las masas de aire de distinta densidad) puede ocasionar que la dirección del viento cambie rápidamente. A la postre, eso significa que habrá mayores incendios que se propagarán en múltiples direcciones.

Los incendios forestales pueden ser de tal magnitud y generar tanto calor que producen sus propios sistemas climáticos impredecibles. Estos reciben el nombre de tormentas de fuego y pueden generar relámpagos, fuertes vientos e incluso tornados de fuego, pero no producen lluvia.

El bombero voluntario que falleció el lunes, 30 de diciembre, fue aplastado después de que un tornado de fuego levantó un camión de bomberos del suelo.

Un hombre en el lago Conjola, Australia, intenta proteger su propiedad el martes, 31 de diciembre de 2019, mientras el fuego consume la casa de al lado. (Matthew Abbott/The New York Times)

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