El coronavirus deja sedientos de cerveza a los mexicanos

El coronavirus deja sedientos de cerveza a los mexicanos
Un hombre busca una bebida gaseosa después de la escasez de cerveza, después de que las cervecerías en todo el país cerraron su producción debido al coronavirus COVID-19 en Monterrey, estado de Nuevo León, México, el 5 de mayo de 2020. Foto: AFP

En algunos estados se fijaron horarios específicos para la venta y distribución.

Fernando Rodríguez recorrió varias tiendas de su barrio en Ciudad de México en busca de cerveza para una fiesta virtual, su única forma de celebrar ante la amenaza del coronavirus. Cuando la encontró, pagó casi el doble de su precio habitual.

“En una tienda (…) las tenían escondidas. Me dijeron que me las podían vender a un precio mucho más caro. Era de las últimas que les quedaban”, cuenta Rodríguez, publicista de 33 años, a la AFP.

Compró una caguama -popular presentación de 1,2 litros- por 60 pesos (unos 2,5 dólares), que normalmente cuesta unos 33 pesos (1,38 dólares).

Su problema es casi generalizado en México, donde el gobierno ordenó suspender la producción de cerveza ante la pandemia, que suma 29.616 infectados y 2.961 fallecidos, por considerarla una actividad económica no esencial.

En algunos estados se fijaron horarios específicos para la venta y distribución. En otros, como Yucatán y Campeche, incluso se llegó al extremo de ordenar una ley seca.

Los mayores productores del país, Grupo Modelo -que fabrica la popular Corona y es propiedad del gigante belga Anheuser-Busch InBev-, y Heineken, con marcas como Tecate y Sol, pararon a inicios de abril.

Sin embargo, Constellation Brands, que fabrica en México marcas del Grupo Modelo como Corona y Victoria exclusivamente para el mercado estadounidense, continúa operando, según la agencia Bloomberg.

La AFP intentó comunicarse con representantes de Constellation Brands para confirmar esa información y el estatuto por el que mantiene la producción, pero no obtuvo respuesta.

Por un tiempo, las tiendas vendieron el inventario disponible, pero ahora sus refrigeradores están semivacíos y las pocas ‘chelas’ que quedan se venden con sobreprecio.

Además de ‘caguamas’, algunos locales ofrecen latas de 475 ml en 25 pesos (casi un dólar), cuando suelen costar unos 17 pesos (0,71 centavos). Aun así, la gente compra.

“Sin problema la consumen, cueste lo que cueste, es como el cigarro”, dice Diana López, de 47 años, dueña de una tienda en un céntrico barrio capitalino.

“Se me hace absurdo, se quejan del alza en el huevo pero no de la cerveza”, señala por su parte Jorge Puente, de 33 años, dueño de una tienda de comestibles.

– #ConLaCervezaNo –
El desabastecimiento no es poca cosa en un país donde 70% de los hogares compra cerveza, según la consultora Kantar World Panel.

Mas aún, México es el cuarto consumidor mundial de esta bebida con un promedio per cápita de 68,7 litros por año, de acuerdo con Kirin Beer University.

Tras la parálisis, en redes sociales se impuso el hashtag #ConLaCervezaNo, mientras florece un mercado informal en internet, especialmente en Facebook.

“Lo que hay es una venta que está ya en manos de la especulación, del mercado negro”, dice Cuauhtémoc Rivera, presidente de la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes, quien advierte que la cerveza representa 40% de las ventas de muchos comercios minoristas.

En Tijuana, ciudad fronteriza con Estados Unidos, algunas páginas ofrecen el producto hasta por el triple de su precio original.

Con el promocional “Los últimos. A quien le interese”, un usuario vende 12 cervezas por 400 pesos (unos 16,63 dólares), cuando usualmente cuestan unos 120 pesos (casi 5 dólares).

En esas páginas se ofrecen marcas como Bud Light y Coors, comercializadas en las vecinas ciudades de San Ysidro y Otay Mesa, del condado de San Diego (EEUU), y que residentes o estadounidenses pueden llevar a México porque cruzan la frontera sin restricciones.

“No hay cervezas en las tiendas, así que abundan los clandestinos o la pedimos a un familiar porque allá (en Estados Unidos) sí hay, y además siempre ha sido más barata”, dice Usiel, mecánico automotriz.

En el popular balneario de Cancún, la gente busca en internet establecimientos que vendan marcas locales, pese a que en los supermercados hay importadas de bajo costo como la belga Marten’s, y artesanales, por lo general más caras.

En Sinaloa, sede del poderoso cártel que fundó Joaquín “Chapo” Guzmán, las autoridades han desmantelado tiendas ilegales que se crearon en casas y estacionamientos para vender cerveza, como en la época de la prohibición del alcohol en los años 1920 en Estados Unidos.

En ese estado de la costa oeste de México, donde las temperaturas llegan por estos días a 35 °C, algunos adaptaron las cajuelas de sus vehículos como bodegas para almacenar la bebida.

– ¿Cuándo habrá cerveza? –
Según la Cámara de Cerveceros de México, en 2018 este país fue el cuarto productor mundial de cerveza con más de 12.000 millones de litros por año, un negocio millonario.

Por ello Grupo Modelo y Heineken dicen estar atentas a la luz verde del gobierno.

La Procuraduría Federal del Consumidor, agencia oficial que vela por los derechos de los consumidores, estimó que a mediados de mayo podría reactivarse la producción.

“Hay una fuerte presión por las últimas reservas”, dijo el titular del organismo, Ricardo Sheffield, a la televisora Milenio. “Creo que a mediados del mes de mayo encienden el botón”.

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *