Los peregrinos, con mascarillas y respetando la distancia física, fueron llevados en autobús desde el valle de Mina, según imágenes de la televisión saudita.
Un reducido número de fieles musulmanes se dirigió este jueves al Monte Arafat para pedir el perdón de Dios, uno de lo grandes momentos del hach, la tradicional peregrinación anual a La Meca, este año marcada por los tapabocas y el distanciamiento físico.
Las autoridades montaron un cordón de seguridad al pie de la colina rocosa, llamada también (Monte de la Misericordia), en el marco de las medidas de prevención contra el coronavirus.
Los peregrinos, con mascarillas y respetando la distancia física, fueron llevados en autobús desde el valle de Mina, según imágenes de la televisión saudita.
Luego de que se les tomase la temperatura, asistieron a un sermón que fue traducido a diez idiomas y a continuación tenían previsto subir al monte Arafat.
Este año, solo participan del hach unas 10.000 personas residentes en el país frente a los 2,5 millones de 2019.
Por la noche, los peregrinos se dirigirán a Muzsalifah, donde pasarán la noche. El viernes, celebrarán Aid al Adha, la fiesta del sacrificio, y comenzarán el simbólico ritual de la lapidación de Satán.