Se había tratado de incorporar, con muchas dificultades, la educación virtual, costosa en el área urbana y sin suficiente cobertura de internet en el área rural.
El gobierno boliviano dispuso este domingo la clausura anticipada del año escolar, que debía extenderse hasta diciembre, principalmente porque los estudiantes de las áreas rurales carecen de acceso adecuado a internet, lo que les impide tener acceso a la educación virtual.
“Hemos visto por conveniente clausurar el año escolar. Se clausura precisamente porque la gran mayoría del área rural no cuenta con internet”, anunció Yerko Núñez, ministro de la Presidencia en conferencia de prensa.
“El sistema de fibra óptica, lamentablemente, solo llega a las ciudades”, añadió. En Bolivia, 40% de la población vive en áreas rurales.
La medida, que entra en vigencia desde este lunes, supone la promoción automática de los estudiantes al nivel superior y garantiza el pago regular de salarios a los maestros del sector público.
La disposición alcanza a los niveles inicial, primario y secundario tanto de educación pública como privada.
Las clases escolares habían quedado suspendidas desde el inicio de la pandemia, en marzo pasado. Desde entonces, se había tratado de incorporar, con muchas dificultades, la educación virtual, costosa en el área urbana y sin suficiente cobertura de internet en el área rural.
Semanas atrás, el ministro de Educación boliviano, Víctor Hugo Cárdenas, hoy en cuarentena por la covid-19, anunció que, por la pandemia, este año no habría estudiantes reprobados.
La decisión apunta a frenar las movilizaciones anunciadas por sindicatos de maestros afines al partido del expresidente Evo Morales, que demandan la reanudación de clases presenciales en momentos en que la pandemia muestra en Bolivia una acelerada fase ascendente.
Es una medida “en defensa de la salud de los (…) estudiantes, docentes y padres de familia”, remarcó también el ministro de la Presidencia, tras comentar que “no hay otra salida”.
De acuerdo al último reporte oficial, la pandemia deja en Bolivia más de 78.700 contagiados y 3.000 fallecidos, en una población de 11 millones de habitantes.