Una feromona irresistible provoca la plaga de langostas

Una feromona irresistible provoca la plaga de langostas
Una langosta trepa sobre una hoja de flor de azucena en un jardín a las afueras de Moscú el 8 de agosto de 2020. Foto: AFP

El estudio permite prever algunas aplicaciones, como la creación de langostas genéticamente modificadas que estarían privadas del detector de la feromona.

La covid-19 no es la única calamidad de este año: las plagas de langosta migratoria han devastado cultivos en varias regiones del mundo, un fenómeno vinculado a una feromona irresistible, según un estudio publicado este miércoles.

Individualmente, esta langosta es bastante inofensiva, pero puede transformarse, cambiar de color y unirse a sus congéneres en nubes de millones de individuos.

Según un estudio publicado el miércoles en la revista científica Nature, el secreto de esta metamorfosis está relacionado con una feromona: casi como un perfume irresistible, la sustancia química es emitida por el insecto tan pronto como se encuentra cerca de un puñado de sus semejantes.

Efecto bola de nieve, la feromona atrae a otros individuos que se unen al grupo y comienzan también a emitir esa sustancia, la 4-vinilanisol o 4VA.

Este descubrimiento se produce en momentos en que las plagas de langostas han devastado cultivos en África oriental y amenazan el abastecimiento de alimentos en Pakistán.

El estudio permite prever algunas aplicaciones, como la creación de langostas genéticamente modificadas que estarían privadas del detector de la feromona, o la instalación de trampas para atraer a los insectos.

Los investigadores han experimentado con trampas de feromonas, instalándolas en entornos controlados y en campos, que realmente atrajeron a las langostas.

Es “relativamente eficaz”, incluso “si se necesita una optimización y ajustes para pasar de la experimentación a una aplicación práctica”, comentó uno de los autores, Le Kang, de la Academia de Ciencias de China.

Una modificación genética de esas langostas podría también permitir “un control sostenible y verde” de esas plagas, apuntó el científico. Pero eso requeriría esfuerzos a largo plazo, y una “evaluación estricta de la seguridad biológica antes de su aplicación”, agregó.

Para Leslie Vosshall, investigadora de la Universidad Rockefeller, quien no participó en el estudio, la perspectiva más entusiasta sería encontrar una sustancia química que bloqueara la recepción de la 4VA.

“El descubrimiento de tal molécula proporcionaría un antídoto químico a la agrupación de los insectos, y devolvería a las langostas a su vida pacífica y solitaria”, comentó.

Sin embargo, destacó que hay muchas incógnitas, especialmente saber si esta feromona es la única responsable del comportamiento gregario de las langostas.

 

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