Ideas sencillas para la salud bucal

Ideas sencillas para la salud bucal
Foto / Cortesía

Este confinamiento nos lleva a estar más tiempo solos y como no avanza, nos sentimos frustrados, enojados, tristes, desolados y otras angustias.  Todas las sensaciones se reflejan en nuestra boca.

Este es un artículo sencillo y didáctico.  Es la visión de un odontólogo, no es una clase más de ciencias de la salud o un comercial de una marca de productos relacionados con la salud bucal.  Les compatiré todas esas inquietudes que he obtenido de mis pacientes durante este confinamiento en razón de la covid-19 y que, quizás, algunos o muchos de ustedes han llegado a padecer y no saben cómo enfrentar dicho problema.

Imaginen que una mañana despiertan y lo primero que hacen al levantarse de la cama es cepillar los dientes, de pronto sienten algo raro en la boca, desde un poco de sensibilidad hasta un dolor.  ¿Qué es lo primero que hacemos,?  Buscar en el Dr. Google para saber qué es lo que tenemos y qué sucede.  Allí encontramos un montón de imágenes raras y hasta dan un poco de asco; luego nos empieza a dar miedo porque descubrimos que hasta podemos tener “cáncer de diente o cáncer de boca”.  Las ideas raras empiezan a rondar por nuestra cabeza, lloramos y sentimos que nos va a ocurrir lo peor, luego nos tomamos alguna pastilla contra el dolor y se nos quita.  Se acaba el día y a la siguiente semana pasa exactamente lo mismo.

Les aseguro que no son raros, todos nos hemos sentido igual y quiero que sepan que ahora más que nunca necesitamos entender ciertas cosas que les explicaré, de una manera bastante sencilla para que ustedes las comenten a sus amistades. Porque en estos momentos lo importante es la comunicación, decir me siento raro, me siento mal, necesito ayuda. Podría tratarse de algo muy pequeño, como de algo muy grande.   Si hablan, creánme, se sentirán muchísimo mejor.

Una de las cosas que más he escuchado de mis pacientes es esa sensación de suciedad en nuestros dientes, con nuestra lengua y hasta con nuestros dedos (que no debemos hacerlo, porque nos podemos lastimar y será peor), han llegado a sentir cosas raras en los dientes o en la boca. Debemos entender que, luego de un par de meses sin hacernos una limpieza en un consultorio dental, podemos llegar a tener un sangrado en la boca y, seamos honestos, sangrar al cepillarnos no es algo normal, es como si de la nada nos sangrara un dedo, es malo y dañino, y ya sabemos qué pasará si buscamos en el Dr. Google. Debemos hacernos una limpieza dental, porque cambia completamente nuestra boca, la sentimos fresca y renovada.

Antes de que todo esto pasara, teníamos una vida completamente ajetreada en donde nos cepillábamos los dientes con una velocidad y con una rapidez pensando que esa era la solución y que estábamos haciéndolo bien. Y ahora sentimos una sensación de frío o calor en varios dientes; esto se da por el simple hecho de que como lo hacíamos tan rápido nos golpeábamos las encías y los dientes y estos empezaron a desgastarse.  ¿Qué debemos hacer de manera más sencilla para evitar eso?  Tomarnos con calma el cepillado, y ahora, más que nunca, debemos hacerlo con mucha pausa y dedicación.

Pasar tantos meses en este confinamiento hace que empecemos a estar más tiempo solos y viendo que esto no avanza, nos sentimos frustrados, enojados, tristes, desolados y otras angustias.  Todas las sensaciones se van reflejando en nuestra boca, apretamos los dientes o simplemente al dormir los rechinamos.  Eso conlleva a que al día siguiente se sientan cansados a tal punto que no quieran hablar con nadie y solamente les provoque dormir y ver una película.  En el peor de los casos, es posible que amanezcan con un diente astillado o con una muela partida.

Amanecer con un mal aliento es algo muy común, puesto que como nuestro cuerpo no recibe agua durante la noche, el líquido que está en el organismo se empieza a distribuir por todos los órganos y al final lo primero que se reseca es la boca. Es por ello que de inmediato nos levantamos, debemos cepillarnos los dientes, la lengua, los cachetes por dentro para eliminar ese sucio que ha quedado mientras dormimos, ya que las bacterias aprovechan y se empiezan a multiplicar.

Tener presente que si después del cepillado aun tenemos ese mal aliento, debemos pensar en dos cosas: o es un problema de la boca o de salud, puesto que existe un montón de afecciones que se manifiestan con el mal aliento, al igual que ciertas enfermedades sistemáticas como leucemia, problemas neurológicos, diabetes y alguna deficiencia del corazón.

Siempre será importante, ante estos problemas que les he conversado, acudir al odontólogo, de preferencia, o al médico familiar y tratar de no buscar las respuestas con el Dr. Google.  Requerimos entender que todos estamos pasando por esto y conversarlo es siempre la mejor manera para encontrar una ayuda. La paz es nuestra mayor aliada en estos momentos y siempre hay que tratar de buscarla.

 

Una Respuesta
  1. Interesante artículo. Totalmente de acuerdo con lo planteado, sobre todo en lo referente a el tipo de cepillado de nuestros dientes en la perspectiva de una vida tan agitada y el hacerlo ahora con mucho más practicidad o paciencia por el confinamiento que estamos viviendo por esta pandemia. Como dicen nuestros abuelos, en tiempos de pasividad es que nos salen todos los achaques o nos damos cuenta que no estamos malgastando nuestro tiempo en otras tareas no necesarias, como lo es el cepillarnos o prestarle atención a nuestra salud bucal. En mi caso estoy aprovechando este confinamiento y momento de pasividad para atenderme mi salud bucal y que ya he comenzado a requerir un tratamiento super controlado para evitar perder piezas dentales y preguntándome siempre del por qué si siempre me he cepillado o aseado la cavidad bucal, no sin darme cuenta como lo que detalla en su artículo. Saludos y Salud en estos tiempos de COVID 19.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *