La incertidumbre nos vuelve avaros y egoístas, incluso en tiempos de pandemia

La incertidumbre nos vuelve avaros y egoístas, incluso en tiempos de pandemia
Pocos países tienen que pedir prestado tanto como Estados Unidos y, al mismo tiempo, deben negociar aumentos periódicos de la deuda que serán capaces de asumir. Foto/AFP.

Es una situación que se aplica durante las crisis sanitarias: “si la gente no sabe qué directivas se aplican, la mayoría tenderá a hacer lo que quiera”, de acuerdo a Fosgaard, que señala para justificar esto el papel de la ausencia de control social.

 

¿Cambiar de mascarilla o lavarse regularmente las manos contra el coronavirus, cuando no estamos obligados? Muy poco para algunos: la incertidumbre refuerza la tendencia a actuar únicamente en el propio interés, inclusive durante una pandemia, según un estudio de investigadores daneses y suecos.

“A medida que surge la incertidumbre en cuanto a qué se espera de nosotros, somos más susceptibles a quedarnos con lo máximo posible y que seamos avaros en lugar de generosos”, inclusive en tiempos de covid-19, destaca Toke Fosgaard, profesor de la universidad de Copenhague y coautor del estudio, en un comunicado publicado este martes.

Es una situación que se aplica durante las crisis sanitarias: “si la gente no sabe qué directivas se aplican, la mayoría tenderá a hacer lo que quiera”, de acuerdo a Fosgaard, que señala para justificar esto el papel de la ausencia de control social.

Los resultados son particularmente sorprendentes “en el caso de una persona que se encuentra sola, o sea, lejos de la mirada crítica de los otros. Por ejemplo, puede no lavarse las manos cuando está en casa”.

Los corolarios del estudio también podrían aplicarse al uso de mascarillas y con qué frecuencia hay que cambiárselas.

“Si una persona no sabe durante cuánto tiempo se puede usar la misma mascarilla, yo esperaría –de acuerdo con nuestros resultados–, que muchos se sintieran tentados a prolongar su uso y así retardar la compra de nuevas mascarillas”, explica Fosgaard.

Mientras que Dinamarca ha hecho obligatorio el uso de mascarilla en los transportes públicos y taxis, al igual que en muchos otros países europeos, en la vecina Suecia las autoridades sanitarias piden a la población que sea responsable: distanciamiento físico (social), aplicación estricta de las normas de higiene, aislamiento en caso de padecer síntomas.

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