“Agroindustria competitiva”, un proyecto de asistencia técnica especializada, dirigido a 100 empresas de esta naturaleza para potenciar sus capacidades productivas y lograr un acercamiento con los beneficios que otorgan los distintos sectores.
Más de 40 empresas agroindustriales del país se han sumado al proyecto “Agroindustria competitiva”, impulsado por el Ministerio de Comercio e Industrias (MICI), con el acompañamiento de los sectores privado y público, la academia y organismos multilaterales.
“Agroindustria competitiva” representa un proyecto de asistencia técnica especializada, dirigido a 100 empresas de esta naturaleza para potenciar sus capacidades productivas y lograr un acercamiento con los beneficios que otorgan los distintos sectores, en especial el financiero, informó la Dirección Nacional de Industrias y Desarrollo Empresarial del MICI.
Desde el 21 de septiembre, las pequeñas y medianas empresas agroindustriales de todo el país, fueron convocadas por la Dirección Nacional de Industrias y Desarrollo Empresarial para unirse a este proyecto, que forma parte del Programa Nacional de Competitividad Industrial (PNCI), creado en el 2017 en el contexto de las adecuaciones realizadas al Texto Único de la Ley 76 de 23 de noviembre, de fomento a la industria nacional.
El PNCI responde a la necesidad de incentivar a las empresas industriales y agroindustriales, con la implementación de políticas de fomento industrial, dirigidas a atraer inversiones, desarrollar la productividad y competitividad del sector ofreciendo mayor valor agregado nacional, lo que propiciará la creación de empleos y el desarrollo socioeconómico en todo el territorio panameño.
Bajo esa premisa, el PNCI contempla la ejecución de planes, proyectos y acciones concretas, que buscan dar soluciones ágiles a los obstáculos o impedimentos en el ambiente productivo del país.
Agroindustria competitiva se realiza en alianza con el Ministerio de Desarrollo Agropecuario (MIDA); la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (Senacyt); la Universidad Tecnológica de Panamá (UTP); el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA); los Centros de Competitividad (CECOM´s); el Sindicato de Industriales (SIP); la Asociación Panameña de Exportadores (APEX), y organismos como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF).
Entre otros beneficios, el proyecto busca ampliar el acceso a información de su propia empresa, referencia de primera mano útil y necesaria para que la empresa se desarrolle y sea competitiva nacional e internacionalmente.
“Estas 100 empresas serán entrenadas y apoyadas por técnicos expertos nacionales e internacionales, que, aparte de asistirlas, les suministrarán soluciones concretas como planes de negocio, programas de mejora continua, capacitaciones en temas de inocuidad y gestión de calidad, conocimiento de su entorno competitivo, innovación y adecuación de sus productos, entre otros”, se informó.
Dentro de las perspectivas del proyecto y las prioridades gubernamentales, se prevé el fortalecimiento de la industria nacional, mediante la creación de herramientas y facilitando el crecimiento de las MIPYMES agroindustriales y de manufactura.
“Como ministerio estamos trabajando fuertemente en temas de asistencia técnica, y en la búsqueda de soluciones para poder potenciar los encadenamientos productivos; como la creación de bases de datos para articular actores la cadena industrial, estudios para aplicación de clúster productivos y otros. Esto se hará paralelo a la creación de un sistema de indicadores para el PNCI y sus acciones, para dejar un programa sistematizado y eficiente para el futuro”, señalaron representantes de la Dirección Nacional de Industrias y Desarrollo Empresarial.
La Ley 76 de 23 de noviembre de 2009, “Que dicta medidas para el fomento y desarrollo de la industria”, tiene como parte fundamental y objetivo central dentro de la política pública del Estado, incentivar el desarrollo de la industria en Panamá, mediante la promoción y ejecución de acciones contributivas, efectivas, sustentadas en criterios y condiciones objetivas que tiendan, entre otros objetivos, a: “proveer el ambiente y las oportunidades adecuadas para el crecimiento de la industria panameña con base, fundamentalmente, en la incorporación efectiva de tecnología de alto valor añadido”.
De igual manera, atraer inversión extranjera directa y novedosa y fomentar la inversión local, con miras a incentivar la eficiencia en los canales de producción nacional y su subsiguiente incorporación dentro de la cadena de valor agregado.