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La vacuna de Moderna contra el coronavirus: lo que debemos saber

La vacuna de Moderna contra el coronavirus: lo que debemos saber
Moderna anunció el lunes 16 de noviembre que su vacuna contra el coronavirus tiene 94,5% de efectividad. Foto/The New York Times

El lunes, la empresa Moderna, con sede en Massachusetts, dio a conocer resultados preliminares prometedores de los ensayos de la vacuna contra el coronavirus. Después de solo una semana de los resultados similares de Pfizer y BioNTech, el anuncio de inmediato le dio a la bolsa de valores una nueva sacudida. Brindó mayores esperanzas de que la pandemia llegará a su fin.

No obstante, al igual que Pfizer, Moderna solo publicó información inicial de sus ensayos. Hay más trabajo en puerta antes de saber si la vacuna es en verdad inocua y eficaz. Además, incluso si la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por su sigla en inglés) la vacuna de Moderna, esta tardará meses en distribuirse a gran escala. Mientras tanto, Estados Unidos está viviendo una explosión devastadora de nuevos casos de COVID-19.

Este es un panorama de cómo van las cosas con el desarrollo de las vacunas para el coronavirus.

¿Qué descubrieron estos científicos?

Los científicos decidieron de manera aleatoria qué voluntarios recibirían la vacuna de Moderna y cuáles recibirían un placebo. Se trató de un estudio ciego, lo que significa que ninguno de los voluntarios que participaban en el ensayo sabía quién recibía qué.

Al paso del tiempo, algunos de los voluntarios se enfermaron de COVID-19. Para tener una idea preliminar de cómo iba el ensayo, un comité externo de expertos estudió a los primeros 95 participantes que se enfermaron. Noventa de ellos habían recibido el placebo y solo a cinco se les había dado la vacuna. Con base en esa información, el comité calculó que la vacuna tenía un 94,5 por ciento de eficacia.

¿Los nuevos resultados de los ensayos de la vacuna indican que la pandemia llega a su fin?

No en el corto plazo. Lo más pronto que esa vacuna contra el coronavirus puede estar disponible a gran escala es en la primavera. Pero si hay vacunas eficaces que lleguen a estar disponibles —y si la mayoría de las personas las recibe— tal vez la pandemia disminuya drásticamente. Cuando los contagios del coronavirus se vuelvan menos frecuentes, es posible que la vida regrese poco a poco a la normalidad.

¿Y qué nos dicen de las personas que fueron vacunadas y se enfermaron?

El coronavirus puede originar desde una enfermedad leve hasta casos graves que requieran hospitalización y asistencia de oxígeno. De las 95 personas del estudio de Moderna que se enfermaron, 11 experimentaron casos graves. Ninguna de esas 11 personas estaba vacunada. En otras palabras, las cinco personas vacunadas que se enfermaron solo tuvieron síntomas leves y todos los casos graves pertenecían al grupo que recibió el placebo.

“No podría ser una proporción más prometedora”, afirmó Natalie Dean, bioestadística en la Universidad de Florida.

Esta proporción indica que la vacuna de Moderna no solo ataja el virus en la mayoría de los casos, sino que también protege de las peores consecuencias de la enfermedad a las personas que la contraen. También reduce la preocupación de que una vacuna para el COVID-19 empeore la enfermedad en vez de mitigarla.

¿Quién participó en los ensayos para la vacuna?

Moderna reclutó a 30.000 voluntarios en todo Estados Unidos para que participaran en los ensayos. Una cuarta parte de los participantes tiene 65 años o más. El 63 por ciento de los voluntarios son de raza blanca; el 20 por ciento son latinos; el 10 por ciento, negros, y el 4 por ciento, asiáticos estadounidenses.

Las 95 personas que se enfermaron de COVID-19 corresponden a la diversidad de los voluntarios de Moderna: quince tenían 65 años o más. El grupo también incluía a doce voluntarios latinos, cuatro participantes negros, tres asiáticos estadounidenses y una persona de origen diverso. En su comunicado, Moderna señaló que, al parecer, la eficacia e inocuidad eran las mismas en todos los subgrupos. Pero los investigadores tendrán que esperar a que el ensayo avance más para confirmar este hallazgo.

¿Moderna está trabajando a máxima velocidad?

Así es. El gobierno de Estados Unidos otorgó 1000 millones de dólares para el diseño y las pruebas de la vacuna de Moderna. Los investigadores de los Institutos Nacionales de Salud supervisaron gran parte de la investigación, incluyendo los ensayos clínicos. Moderna también recibió 1500 millones de dólares más a cambio de cien millones de dosis si la vacuna resultaba inocua y eficaz.

Pese a que Pfizer tiene su propio acuerdo de compra adelantada de la vacuna, no recibió recursos para trabajar a máxima velocidad en su diseño y sus ensayos.

¿Qué diferencia hay entre los resultados iniciales de Moderna y los de Pfizer?

En su anuncio de la semana pasada, Pfizer proporcionó menos detalles de los que dio Moderna el lunes. El comité externo de expertos de Pfizer analizó a 94 voluntarios y calculó que su vacuna tenía una eficacia superior al 90 por ciento. No especificó cuántas personas de las que se enfermaron habían recibido la vacuna y cuántas el placebo.

Sin embargo, las evaluaciones de ambas vacunas son claramente similares. Además, ambas excedieron por mucho el requisito de la FDA de que las vacunas contra el coronavirus tengan una eficacia mayor al 50 por ciento.

Pfizer no informó cuántos voluntarios se enfermaron de manera grave de COVID-19 ni qué porcentaje de esas personas recibieron la vacuna. Se espera que en las próximas semanas salgan a la luz observaciones como estas.

¿Qué pasa con otras candidatas a vacunas?

Las vacunas de Pfizer y Moderna no solo se parecen en que usan ARNm, sino también porque hacen que nuestras células fabriquen la misma proteína del virus, la proteína de espiga. Otras vacunas que no usan ARNm también se concentran en la proteína de espiga. Es posible que el éxito de Moderna y Pfizer también sea una buena señal para ellas.

Por ejemplo, muchos equipos han elaborado vacunas que usan otros virus llamados adenovirus. El adenovirus entra en las células y deposita el gen para la proteína de espiga. El miércoles, el patrocinador de una vacuna rusa anunció que su vacuna de adenovirus, llamada Sputnik V, tenía una eficacia del 90 por ciento. No obstante, los expertos externos querían tener más datos, ya que el anuncio tomó como base a solo 20 voluntarios enfermos… muchos menos que los de los ensayos de Pfizer y Moderna.

AstraZeneca y Johnson & Johnson también están en la fase tres de sus ensayos con los adenovirus que portan el gen de la proteína de espiga. Asimismo, otras empresas, entre ellas Novavax y Medicago, están realizando pruebas avanzadas de vacunas que introducen en el cuerpo la proteína de espiga o fragmentos de ella.

¿Cuánto tiempo serán efectivas las vacunas contra el coronavirus?

No sabemos. Tanto Moderna como Pfizer comenzaron sus ensayos el 27 de julio, así que solo han podido dar seguimiento a sus voluntarios unos cuantos meses.

Es posible que las vacunas proporcionen protección perdurable o que dejen de actuar en menos de un año y se requiera un refuerzo.

¿Qué ocurrirá después?

Tanto los ensayo de Moderna como los de Pfizer siguen recabando más información de estudios a gran escala. Ambas empresas esperan presentar su solicitud a la FDA en las próximas semanas para que les autoricen su uso de emergencia y comiencen a vacunar a la población.

La FDA revisará las solicitudes y consultará con su propio comité externo de expertos antes de tomar una decisión. Si autoriza las vacunas —como esperan los expertos—, entonces un comité de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos recomendará quiénes deben recibir la vacuna primero.

Es posible que para finales de año comience la distribución de una de las vacunas, o de ambas.

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