Las actividades logísticas y portuarias, sin embargo, se mantuvieron al alza, a pesar de la crisis.
En el primer semestre de enero a junio del presente año, el coronavirus y la crisis económica mundial desencadenada, impactaron la actividad económica de Panamá que se contrajo en -18.9%, comparada con igual período de 2019.
No obstante, la infraestructura logística y financiera no se ha deteriorado y Panamá, a diferencia de otros países de la región, conserva su grado de inversión por la confianza de las agencias calificadoras de riesgo en que la recuperación del país será mucho más rápida en comparación con otras economías también impactadas por la pandemia COVID-19.
En Panamá, durante el primer semestre de 2020, actividades relevantes han sostenido el desempeño de la economía nacional y marcaron una dinámica positiva, tales como: servicios gubernamentales, servicios de salud privada y la actividad agropecuaria. Al primer semestre de 2020, los servicios gubernamentales crecieron 8.4%, con un crecimiento acumulado por la contratación de colaboradores en el sector salud, necesarios para atender la crisis sanitaria; los servicios de salud privada con un crecimiento en estos seis meses de 3.6%, mientras que la actividad agropecuaria mostró un aumento del 4.3%, destacándose de forma relevante el cultivo de banano con 43.0% y la producción de huevos en 8.9% y en menor medida el cultivo de legumbres con 2.5%.
Otras actividades relacionadas con el resto del mundo que presentaron incrementos fueron: los servicios portuarios; el arroz y maíz en el sector agropecuario, la pesca y dentro de la explotación de minas y cantera, la exportación de concentrado de cobre.
Las cifras generadas por el INEC se publican en momentos en que el país experimenta una reapertura gradual de bloques que aportarán a la reactivación económica nacional, incluyendo el auge de nuevas operaciones como el comercio electrónico y el servicio de entrega a domicilio, producto de la adaptación de la oferta y demanda ante una nueva realidad.
El impacto negativo entre enero y junio se reflejó en la disminución de operaciones o el cierre total de actividades que impactaron al Canal de Panamá, la Zona Libre de Colón, el transporte aéreo, servicios personales, comercio, construcción, hoteles, restaurantes, servicios empresariales, industria manufacturera, electricidad, educación e intermediación financiera.
Las cifras publicadas del Producto Interno Bruto Trimestral de los principales Bancos Centrales e Institutos de Estadísticas de la región, demuestran el efecto adverso de la emergencia sanitaria producto del brote del nuevo coronavirus (COVID-19). El impacto acumulado en el mismo periodo para Estados Unidos fue de -19.0%, para Colombia de -7.5% y para Costa Rica de -4.1%, entre otros, con caídas significativas, principalmente en el segundo trimestre del año, lo que marca una caída en la actividad económica generalizada.
Igual que en Panamá, estas instituciones sustentan el comportamiento económico por el efecto de la pandemia mundial y las acciones tomadas por sus gobiernos en materia de salud pública, como restricciones de movilidad y cuarentena total.