Con baños de florecimiento y rituales andinos peruanos piden salud para 2021

Con baños de florecimiento y rituales andinos peruanos piden salud para 2021
Una mujer andina posa para una foto en el Mercado de los Deseos de Lima, el 30 de diciembre de 2020. Foto. AFP

La sesión dura diez minutos, al cabo de los cuales uno se puede sentir como “un hombre nuevo”.

Cientos de personas hicieron largas filas el miércoles para realizar el ritual de baño de florecimiento en la tradicional feria Los Deseos, donde 20 “yatiris” o brujos de Perú y Bolivia les pasan flores, plumas de cóndor y huevos de avestruz por el cuerpo para empezar saludables 2021.

“La gente, lo que más quiere, es el baño de florecimiento para recibir un nuevo año con mucha energía, buena vibra y salud”, dijo a la AFP Lidia Cortez, coordinadora de la Feria de los Deseos, que se realiza en la plaza Manco Cápac, en Lima.

Manteniendo la distancia física que exige la pandemia y cubiertos por una mascarilla y un traje protector, los populares curanderos empiezan la sesión azotando las cabezas de los creyentes con flores amarillas cual latigazos que expulsan a los malos espíritus que se aferran al año 2020.

Luego, pasan por el cuerpo de sus clientes -que permanecen sentados- plumas de cóndor y huevos de codorniz para completar el ritual andino.

La sesión dura diez minutos, al cabo de los cuales uno se puede sentir como “un hombre nuevo”.

“Así se les saca toda la energía negativa y están listos para que logren un ascenso en sus trabajos y éxitos”, resumió Cortez.

Antes de cada sesión, los implementos son desinfectados con alcohol para ahuyentar a las fuerzas negativas del 2020, en especial el nuevo coronavirus.

Entre los brujos se encuentra la boliviana Elena Saravia.

Al término del ritual a cada persona se le entrega un amuleto con semillas para la salud y objetos en miniatura. El costo es de 25 soles (unos 7 dólares).

– Salud, el principal deseo –
En la feria, los curanderos también se dedican a ganarse unas monedas prediciendo el futuro, una actividad muy en boga en tiempos de incertidumbre como los que vivimos.

La lectura del futuro se hace con hojas de coca, la mítica planta andina de tiempos del imperio inca y a la que se le atribuyen propiedades vigorizantes.

Como parte del negocio, se venden “alasitas”, objetos en miniatura que simbolizan los deseos de quienes las adquieren. Esas miniaturas cuestan dos soles (unos 55 centavos de dólar).

Entre los deseos más solicitados están tener una casa, gozar de buena salud, casarse y divorciarse. El curandero les pide esperar un plazo de hasta 12 meses para que se cumplan y les otorga un certificado.

“Por la pandemia, la gente lo que más compra son los certificados de salud, que es un deseo infaltable para el próximo año”, indicó Cortez.

Los baños de florecimiento son una tradición de la cultura andina practicada en estas fechas para eliminar lo negativo que invade a la persona, y quedar limpio de malas vibraciones para empezar bien un nuevo año.

– Chamanes piden vacuna –
A orillas del río Rímac, que cruza Lima, cuatro chamanes bebían ayahuasca antes de iniciar con amuletos, flores y plantas medicinales un tributo a la Yacumama (madre del agua) para pedir salud para la humanidad y la llegada de una vacuna contra el coronavirus a Perú.

El ayahuasca es una planta tradicional de la Amazonia, cuyo consumo produce alucinaciones.

“Le pedimos al mundo tranquilidad, las vacunas se van a dar, no se alarmen con la nueva cepa”, dijo a la AFP el maestro chamán Jairo Osco, de 35 años, presidente de la Asociación de Chamanes de Perú.

“La vacuna al Perú llegará a medio año para eso hemos limpiado a Sagasti para que tome buenas decisiones”, manifestó Osco tras realizar el ritual donde también azotaron con flores las fotos del presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, del venezolano Nicolás Maduro y del peruano Francisco Sagasti.

“Hemos limpiado a Joe Biden para que tome buenas decisiones. A Maduro lo hemos castigado para que salga de ese país porque está haciendo mucho daño”, comentó Osco.

En Perú, el coronavirus ha contagiado a más de un millón de personas y matado a unas 38.000 desde que surgió el primer caso hace nueve meses.

 

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