La responsabilidad no produce carga adicional. Cuando aceptamos el hecho y nos responsabilizamos sobre el mismo, hemos asimilado la lección y estamos preparados para la trasformación, para el cambio.
No es lo mismo generar o alimentar la culpa que responsabilizarnos por algo y buscar la solución de una situación. Entre una y otra existe una ondulante diferencia. Es cuestión de movimiento.
Cuando generamos culpa nos paralizamos. No avanzar se estanca y se daña se produce malestar e insatisfacción personal, porque no hay peor verdugo que uno mismo. Imaginenos que cientos de capas de peso se pusieran y quitaran de encima. El efecto será muy diferente si se elimina peso al transformar la gran culpa con la aceptación. La carga se sentirá más liviana.
La responsabilidad no produce carga adicional. Cuando aceptamos el hecho y nos responsabilizamos sobre el mismo, hemos asimilado la lección y estamos preparados para la trasformación, para el cambio. Hacer en constructivo genera bienestar y aprendizaje.
Cuando aprendemos una lección estamos preparados para la transformación
Como personas y miembros de la sociedad la tendencia es no querer responsabilizarse de aquello que se experimenta y fácilmente se traslada la responsabilidad afuera. Fulanito y zutanito deben hacerse responsables o mejor aún son los culpables de todo. La gente hace o deshace y no tomamos en cuenta que “la gente” somos nosotros mismos, como me decía una monjita.
Existe una identidad de sociedad y una personal. Ambas puede que sean contradictorias y hasta opuestas. En singular es posible que seamos personas honestas, conscientes, educadas y con principios. Y nuestro comportamiento en colectividad sea correcto, sin embargo, cuando se hace referencia a la mayoría como sociedad y su actuar los resultados sean muy distintos, en este caso será, el actuar de la mayoría.
Desde nuestra individualidad, con nuestras acciones, que no son más que el reflejo de nuestros valores, estamos definiendo a un conjunto de individuos que convivimos y compartimos este país Los panameños -identidad de sociedad.
Aceptar y asimilar nuestro proceder como sociedad será el camino para, entonces, si podemos, dar los primeros pasos de cambios estructurales y evolucionar como nación. Si nos paralizamos en el malestar o tratamos de trasladar la responsabilidad a otros actores, nos estamos perdiendo la valiosa oportunidad de movilizarnos hacia
la realización de nuestras metas. Oportunidad.