Fitch rebaja la calificación IDR de Panamá a "BBB-", Outlook negativo

Fitch rebaja la calificación IDR de Panamá a "BBB-", Outlook negativo
Vista panorámica de la ciudad de Panamá.

La Perspectiva Negativa refleja los riesgos para la trayectoria de la deuda pública y la incertidumbre de que se pueda lograr la senda de consolidación fiscal establecida en la Ley de Responsabilidad Fiscal.

Fitch Ratings rebajó la calificación de incumplimiento de emisor (IDR) de largo plazo en moneda extranjera de Panamá a ‘BBB-‘ desde ‘BBB’. La perspectiva de la calificación es negativa.

La rebaja de Panamá a ‘BBB-‘ refleja el severo debilitamiento de las finanzas públicas debido a la perturbación económica causada por la pandemia de coronavirus, que ha exacerbado las tendencias fiscales subyacentes de debilitamiento anteriores a 2020. La contracción sin precedentes del PIB y la pérdida de ingresos del gobierno han provocado un aumento sustancial en deuda. Una relación ingresos / PIB baja y decreciente indica un espacio fiscal limitado para responder a los shocks económicos.

La Perspectiva Negativa refleja los riesgos para la trayectoria de la deuda pública y la incertidumbre de que se pueda lograr la senda de consolidación fiscal establecida en la Ley de Responsabilidad Fiscal revisada, dados los desafíos fiscales subyacentes. Una pandemia prolongada y retrasos en la distribución de las vacunas son los principales riesgos para la recuperación económica, que apuntalarán la consolidación fiscal en los próximos años.

Fitch estima que el déficit del Sector Público No Financiero (SPNF) de Panamá alcanzó el 9,6% del PIB en 2020, impulsado por una contracción de los ingresos del 23% en comparación con 2019. Los impuestos indirectos, incluidos los impuestos al consumo y las importaciones, fueron los más afectados, disminuyendo por 33.7% con relación a 2019. Los gastos disminuyeron 3.1% a partir del 3T20 (último disponible) en comparación con 2019. El gobierno implementó un paquete de apoyo por un valor del 3% del PIB, que incluyó gastos relacionados con la salud, transferencias de ingresos a la población vulnerable y extensiones a plazos de pago de impuestos. Sin embargo, los gastos de capital disminuyeron debido a que las restricciones de movilidad retrasaron los proyectos de infraestructura pública.

El presupuesto de 2021 apunta a un déficit justo por encima del 7% del PIB, que Fitch cree que es alcanzable a la luz de la recuperación económica parcial. La reducción del déficit presupuestario se basará en los ingresos; El gobierno planea reasignar partidas de gastos en lugar de reducir el apoyo fiscal relacionado con la pandemia de 2020. La consolidación fiscal estructural más allá de 2021 enfrentará debilidades arraigadas y no esperamos que el gobierno alcance los objetivos fiscales en 2022.

El crecimiento de los ingresos del gobierno ha estado persistentemente por debajo del crecimiento de la actividad económica (los ingresos fueron del 18,4% del PIB en 2019 por debajo del 20% en 2014, a pesar del aumento de ingresos de la expansión del Canal de Panamá). Fitch cree que la movilización de ingresos será un desafío. La inversión privada, el motor de crecimiento más dinámico, se beneficia de impuestos relativamente bajos, mientras que la tasa de IVA de Panamá del 7% se encuentra entre las más bajas de la región. La pérdida de ingresos del sector privado en 2020 y la menor rentabilidad este año afectarán la recaudación del impuesto sobre la renta, mientras que el aumento del desempleo afectará la recaudación de impuestos basada en el consumo.

El Canal de Panamá sigue siendo una fuente constante de ingresos a pesar de la pandemia. Un cambio en la demanda global de servicios a bienes compensó la pérdida de tránsito a través del canal debido a la crisis económica mundial. El nuevo recargo por uso de agua también ayudó al cobro de peajes hasta 2020.

La asamblea legislativa de Panamá aprobó cambios a su Ley de Responsabilidad Fiscal (LRSF) a fines de 2020, lo que marca el tercer año consecutivo en que se modifican los techos de déficit. El aumento de los techos de déficit se adapta al impacto fiscal de la pandemia, pero sigue a una década de posponer las metas de consolidación, lo que afectó la credibilidad de la política. La regla modificada tiene como objetivo una reducción gradual del déficit durante cinco años, estableciendo techos de déficit del SPNF entre el 9% y el 10,5% del PIB en 2020, el 7% y el 7,5% en 2021, el 4% en 2022, el 3% en 2023, el 2% en 2024 y 1,5% a partir de entonces.

Fitch estima que la deuda del gobierno central aumentó a 68% del PIB en 2020 desde 46,4% en 2019. El aumento del stock de deuda incluye una operación de prefinanciamiento de USD 1000 millones (1,8% del PIB) para cubrir los pagos de amortización en enero y febrero de 2021. General La deuda pública (neta de las tenencias de deuda pública de la seguridad social) alcanzó el 60,5% del PIB, superando la mediana de la categoría ‘BBB’ de 52,9%. La carga de la deuda consolidada del gobierno general del proyecto Fitch continuará aumentando gradualmente y alcanzará un máximo del 64% del PIB para 2024. La carga de la deuda y los intereses de Panamá como parte de los ingresos están muy por encima de las medianas ‘BBB’ y aumentan rápidamente, destacando los ingresos bajos y decrecientes base y el espacio fiscal limitado para comparar shocks futuros.

Los riesgos relacionados con los pasivos por pensiones se han convertido en un desafío clave para las perspectivas fiscales a mediano plazo. El componente de beneficio definido no financiado del sistema de pensiones mixto de Panamá está entrando en un déficit de efectivo. Se espera que las reservas se agoten en 2025 sin una reforma de las pensiones, según las últimas estimaciones actuariales. El gobierno organizó un diálogo nacional para discutir posibles soluciones, que comenzó en enero de 2021. Se espera que el diálogo presente una propuesta para la segunda mitad de 2021, luego de lo cual el gobierno presentará una propuesta final de reforma al Congreso. El gobierno ha suavizado su rechazo inicial a una reforma paramétrica y el alcance y ritmo de implementación de cualquier reforma sigue siendo incierto.

Se espera que el PIB real se contraiga un 17,7% en 2020, según estimaciones de Fitch. Esto marca la cuarta contracción económica más profunda en comparación con los soberanos calificados de Fitch (solo por encima de Macao, Maldivas y Líbano), y más del doble de la estimación del 6,9% para la mediana actual de ‘BBB’. Las estrictas y prolongadas medidas de bloqueo de Panamá resultaron en una profunda reducción de la actividad económica.

Fitch espera que el crecimiento del PIB real alcance el 9,2% en 2021 seguido del 7,3% en 2022. La recuperación económica estará impulsada por un efecto base tras la profunda contracción de 2020 (aunque las medidas de bloqueo pesarán sobre el primer trimestre de 2021), recuperación del consumo luego de la flexibilización de las restricciones de movilidad, proyectos de infraestructura dirigidos por el gobierno (incluido el metro de Panamá ‘Línea 3’) y un año de producción casi completo en la mina de cobre Minera Panamá. Esto está condicionado a la expectativa de Fitch de una pandemia en retroceso y una distribución generalizada de vacunas para evitar nuevas medidas de contención más allá del primer trimestre de 2021, así como la recuperación de la demanda global de las exportaciones de servicios de Panamá. El crecimiento económico en los próximos dos años no será suficiente para alcanzar niveles de PIB prepandémicos.

La liquidez del sistema bancario es sólida ya que las restricciones de movilidad llevaron a un menor consumo, mayores depósitos y menores préstamos. El crédito interno se contrajo un 1,8% interanual en 2020 (a noviembre de 2020, último dato disponible), mientras que los depósitos aumentaron un 9,9% en el mismo período. La rentabilidad seguirá afectada por la contracción del crédito y los mayores gastos de provisiones para insolvencias. La Superintendencia de Bancos autorizó a las instituciones financieras a modificar las condiciones de los préstamos sin considerarlas como reestructuradas hasta el 30 de junio de 2021, lo que ha reducido el impacto en las métricas de calidad de activos reportadas a través de la pandemia.

Las calificaciones de Panamá están respaldadas por su alto ingreso per cápita, fruto de un historial de desempeño macroeconómico sólido y estable que explota una ubicación y un activo estratégicos (el Canal de Panamá). Los indicadores de gobernanza están en línea con la mediana de ‘BBB’. Esto se ve contrarrestado por una base de ingresos públicos relativamente estrecha y un historial desigual de cumplimiento de los objetivos de consolidación fiscal. La deuda pública / PIB es superior a la mediana de BBB.

ESG – Gobernanza:

Panamá tiene un puntaje de relevancia (RS) de ESG de ‘5’ tanto para la estabilidad política y los derechos como para el estado de derecho, la calidad institucional y regulatoria y el control de la corrupción, como es el caso de todos los soberanos. Estos puntajes reflejan el alto peso que los Indicadores de Gobernanza del Banco Mundial (WBGI) tienen en nuestro Modelo de Calificación Soberana patentado. Panamá tiene una clasificación media del WBGI en 54,4%, lo que refleja un historial reciente de transiciones políticas pacíficas, un nivel moderado de derechos de participación en el proceso político, una capacidad institucional moderada, un estado de derecho establecido y un nivel moderado de corrupción.

 

Calificación de sensibilidades

Factores que podrían, individual o colectivamente, llevar a una acción de calificación negativa / rebaja:

– Finanzas públicas – No lograr una consolidación fiscal estructural creíble que sea consistente con una estabilización sostenida de la carga de la deuda pública;

Macroeconómico: evidencia de que el impacto del coronavirus está teniendo un impacto persistente en las perspectivas de crecimiento a mediano plazo.

Los factores que podrían, individual o colectivamente, conducir a una acción / mejora de calificación positiva son:

Finanzas públicas – Implementación de medidas de consolidación fiscal estructural consistentes con la estabilización de la carga de la deuda, por ejemplo impulsadas por mejoras en la recaudación de impuestos y reformas para abordar el creciente déficit en el sistema de pensiones;

Macroeconómico: una recuperación económica más rápida de lo esperado y evidencia de que la pandemia no ha tenido un impacto material en las perspectivas de crecimiento a mediano plazo.

MODELO DE CALIFICACIÓN SOBERANA (SRM) Y SUPERPOSICIÓN CUALITATIVA (QO)
El SRM propiedad de Fitch le asigna a Panamá una puntuación equivalente a ‘BB’ en la escala IDR en moneda extranjera a largo plazo. Esto es dos niveles más bajo que el puntaje SRM en el momento del comité anterior, que era equivalente a una calificación de ‘BBB-‘.

El comité de calificación soberana de Fitch ajustó el resultado del SRM para llegar al IDR final en moneda extranjera a largo plazo aplicando su QO, en relación con los datos y el resultado del SRM, de la siguiente manera:

–Finanzas públicas: +1 notch, para reflejar que el SRM clasifica la deuda pública como denominada totalmente en moneda extranjera debido al uso del dólar estadounidense en Panamá, pero el régimen de dolarización bien arraigado mitiga por completo el riesgo cambiario en el balance soberano.

–Macro: +1 notch agregado para compensar el deterioro del crecimiento del PIB y las variables de volatilidad en el SRM debido al impacto de la pandemia, que Fitch espera que sea temporal y de otra manera agregaría un exceso de volatilidad a la calificación.

El SRM de Fitch es el modelo de calificación de regresión múltiple patentado por la agencia que emplea 18 variables basadas en promedios centrados de tres años, incluido un año de pronósticos, para producir una puntuación equivalente a una IDR en moneda extranjera a largo plazo. La QO de Fitch es un marco cualitativo prospectivo diseñado para permitir el ajuste de la salida del SRM para asignar la calificación final, reflejando factores dentro de nuestros criterios que no son completamente cuantificables y / o no se reflejan completamente en el SRM.

ESCENARIO DE CALIFICACIÓN MEJOR / PEOR CASO
Las calificaciones crediticias en escala internacional de emisores soberanos, de finanzas públicas e infraestructura tienen un escenario de mejora de calificación en el mejor de los casos (definido como el percentil 99 de las transiciones de calificación, medidas en una dirección positiva) de tres niveles en un horizonte de calificación de tres años; y un escenario de rebaja de calificación en el peor de los casos (definido como el percentil 99 de las transiciones de calificación, medidas en una dirección negativa) de tres niveles durante tres años. La gama completa de calificaciones crediticias en el mejor y el peor de los casos para todas las categorías de calificación varía de ‘AAA’ a ‘D’. Las calificaciones crediticias de los mejores y peores casos se basan en el desempeño histórico. Para obtener más información sobre la metodología utilizada para determinar las calificaciones crediticias del mejor y del peor escenario de un sector específico, visite [ https: //www.fitchratings.

Supuestos clave
La economía global se comporta en gran medida en línea con las Perspectivas económicas globales de Fitch (diciembre de 2020).

Consideraciones ESG
Panamá tiene un puntaje de relevancia ESG de ‘5’ para la estabilidad política y los derechos, ya que los indicadores de gobernanza del Banco Mundial tienen el mayor peso en el SRM de Fitch y, por lo tanto, son muy relevantes para la calificación y un factor clave de calificación con un alto peso.

Panamá tiene un puntaje de relevancia ESG de ‘5’ para el estado de derecho, la calidad institucional y regulatoria y el control de la corrupción, ya que los indicadores de gobernanza del Banco Mundial tienen el peso más alto en el SRM de Fitch y, por lo tanto, son muy relevantes para la calificación y son un factor clave de calificación con un peso elevado.

Panamá tiene un puntaje de relevancia ESG de ‘4’ para los derechos humanos y las libertades políticas, ya que el pilar de voz y rendición de cuentas de los indicadores de gobernanza del Banco Mundial es relevante para la calificación y un factor de calificación.

Panamá tiene un puntaje de relevancia ESG de ‘4’ para los derechos de los acreedores, ya que la voluntad de servir y pagar la deuda es relevante para la calificación y es un factor de calificación para Panamá, como para todos los soberanos.

A menos que se indique lo contrario en esta sección, el nivel más alto de relevancia crediticia de ESG es una puntuación de ‘3’. Esto significa que las emisiones de ESG son neutrales desde el punto de vista crediticio o tienen un impacto crediticio mínimo en la entidad, ya sea por su naturaleza o por la forma en que la entidad las gestiona. Para obtener más información sobre las puntuaciones de relevancia de ESG de Fitch, visite www.fitchratings.com/esg .

Respuesta del Ministerio de Economía y Finanzas

En base a lo actuado, el Ministro de Economía y Finanzas, Héctor Alexander indicó “Es necesario destacar que en el 2019 el país atravesaba una difícil situación de las finanzas públicas y de la actividad económica, a lo anterior, se le adicionó la crisis del COVID-19”.

Agregó, “No hay duda que enfrentamos un reto enorme como país y el gobierno analiza una serie de iniciativas respecto al tema de ingresos y egresos, y la relación costo beneficio de ellos. El Gobierno Nacional obtuvo recursos adicionales a los presupuestados originalmente en los mercados financieros para atender la crisis originada por la pandemia, no obstante, estamos conscientes que se requerirán nuevas medidas para poder seguir atendiendo la situación de la salud, el apoyo a los más afectados y aquellas medidas que impulsen la actividad económica”.

Concluyó, “Que los panameños no tengan duda que afrontaremos este reto de manera responsable y tomaremos las acciones necesarias por difíciles que sean”.

En cuanto a las proyecciones para el 2021, la calificadora espera que Panamá experimente una recuperación económica con un crecimiento real de 9.2%, impulsado por la apertura económica, los proyectos de inversión pública como la construcción de la Línea 3 del Metro, las exportaciones de la mina de cobre, la recuperación del consumo interno. Esta tendencia al crecimiento espera se mantenga para el 2022.

De igual forma, Fitch resaltó la resiliencia del Canal de Panamá, que es una fuente constante de ingresos a pesar de la pandemia.

Esta calificación si bien nos afecta, no altera el grado de inversión que mantenemos. Fitch indica que el grado de inversión de Panamá está respaldado por su alto ingreso per cápita, producto de un historial de desempeño macroeconómico sólido y estable que explota una ubicación y un activo estratégicos (el Canal de Panamá).

Por el momento la Asociación Bancaria de Panamá no emitirá una reacción sobre la calificación.

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