Es la primera reacción oficial de la República Islámica a la visita del papa Francisco, que se convirtió en el primer pontífice que visitó Irak, un país devastado por años de guerra y golpeado por la pandemia de covid-19.
Las autoridades iraníes calificaron el lunes el histórico viaje del papa a Irak de “bueno y constructivo” y aseguraron que era la prueba de que su vecino se había convertido en un “país seguro”.
“El viaje del papa a Irak ha sido muy positivo y muy importante”, dijo el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Said Jatibzadeh, en una rueda de prensa.
“Irak se ha convertido en un país seguro, al que puede hacerse un viaje tan bueno y constructivo como este”, agregó Jatibzadeh, cuyo país es, junto con Estados Unidos, una de las principales potencias que intervienen en Irak.
Se trata de la primera reacción oficial de la República Islámica a la visita del papa Francisco, que se convirtió en el primer pontífice que visitó Irak, un país devastado por años de guerra y golpeado por la pandemia de covid-19.
El papa Francisco abandonó Irak hoy lunes por la mañana tras un viaje de tres días en el que se reunió con el gran ayatolá Alí Sistani, referencia religiosa para la mayoría de los musulmanes chiitas del mundo.
La reunión “muestra, a su modo, el diálogo interreligioso y el acercamiento de las religiones”, consideró Jatibzadeh. “Ahí no hay más que el mensaje del diálogo, la paz y la amistad entre religiones y la cooperación entre civilizaciones”.
El ayatolá Sistani, de nacionalidad iraní, pero miembro de la escuela teológica de los chiitas iraquíes, se opone a la teoría del “Wilayat Faqih” del ayatolá iraní Ruhollah Jomeini, según la cual la religión prima sobre lo político y que es la piedra angular del sistema de la República Islámica de Irán.
Teherán interviene en Irak a través de milicias o grupos paramilitares chiitas locales pro-Irán, que participaron en la lucha contra el grupo yihadista Estado Islámico.
Durante su visita, el papa denunció el “terrorismo que abusa de la religión”, pidió “paz” y “unidad” en Oriente Medio y lamentó la salida de los cristianos de la región como un “daño incalculable”.