“Si tienes sueños y retos por cumplir, no te detengas”, mensaje a la mujer en cualquier ámbito

“Si tienes sueños y retos por cumplir, no te detengas”, mensaje a la mujer en cualquier ámbito
Detrás de un volante se gana la vida. Foto, MiBus.

Todo un reto representó para Marixenia Marciaga, ser una operaria de transporte masivo. La meta la alcanzó, porque no hay objetivo que no se pueda lograr.

El desempeño en labores de operarias de autobús, anteriormente destinadas exclusivamente para hombres, quedó en el pasado. No ha sido fácil para las mujeres abrirse paso en este oficio, sin embargo, la tenacidad, el esfuerzo y la fortaleza a medida que transcurren los años, representan los ingredientes fundamentales de su desempeño.

Tal es el caso de Marixenia Marciaga, una panameña, que buscó su oportunidad de laborar como operaria de autobús. Comentó sonriente que, desde su infancia, su sueño era manejar equipo pesado. “No sé la razón, pero es un trabajo que me gusta”, dijo.

Como operaria de metrobús, en la empresa MiBus, Marixenia lleva cuatro años y siete meses. Relató que le agrada el trabajo que desempeña y también de su empresa, que los mantiene actualizados con capacitaciones constantes, especialmente aquellas que fortalecen la práctica de su labor. “Estos nuevos conocimientos nos permiten aprender y conocer las herramientas tecnológicas que redundan en beneficio de los usuarios del transporte masivo”.

En su desempeño laboral hay días buenos y otros no tan buenos, principalmente por la diversidad de personas con las que a diario se encuentran, en el subir y bajar de los pasajeros, pero comentó que “con buena cara, una sonrisa y amabilidad” todo sale bien.

Hay que saber manejar el tema con los usuarios y para ello funcionan los entrenamientos que reciben. Añadió que hasta el momento no ha tenido problema alguno con los usuarios.

Recordó con agrado que una de sus experiencias positivas, que permanecerán en su memoria, fue durante la visita a Panamá del Papa Francisco para su participación en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ).   “A mí me tocó transportar a muchos peregrinos y fue algo muy agradable”.

Señaló Marixenia que, si están molestos se mantiene tranquila y son ellos quienes después “bajan la guardia” como se dice, se tranquilizan, y siguen en su recorrido.

Comentó que, en sus más de cuatro años en la empresa, en una sola ocasión tuvo una diferencia con un usuario que se molestó por un cambio de ruta, pero que se debió a las fiestas del carnaval y luego de brindar las explicaciones correspondientes, la persona comprendió y aceptó la situación.

De experiencias positivas, tiene muchas y agregó que siempre recibe felicitaciones de los usuarios por “atreverse” a manejar este tipo de equipo y, especialmente, cuando es elogiada por la amabilidad que dispensa para los usuarios, lo recibe de manera agradable, incluso cuando le dicen que es “guapa”, sonríe al recordar estos aspectos que también son parte de su día a día.

Manejar autobús ha significado una experiencia muy bonita, “porque desde niña quise manejar el carro.  Comencé con uno pequeño, pero cuando veía los buses, pensaba que algún día manejaría uno de esos, para saber qué se siente”, rememoró Marixenia.

“Ahora Dios y la empresa me han dado la oportunidad de ingresar aquí, y me ha ido muy bien”, destacó. A diferencia de la empresa, las mujeres, por lo general, solamente conducen los buses en horarios que no sobrepasan las nueve de la noche.

Con el horario le va bien.  Compartió que es madre de dos hijas, una de 19 y otra de 12 años. Indicó que el tiempo en familia lo comparte, antes y después de su horario laboral y “nos ha ido bien”.

Mencionó que sus hijas se sienten orgullosas de ella, “reconocen que soy una mujer valiente por atreverme a conducir un bus”, situación que a ella también le satisface, porque con su trabajo, ha logrado tener un techo donde vivir y resaltó que todavía le quedan muchas metas por alcanzar.

Conducir este tipo de vehículos no es fácil, pero, agregó estar satisfecha: “ha sido un reto que me propuse y gloria a Dios lo logré”, pero que tampoco es imposible para ninguna mujer, solo hay que atreverse.

Marixenia Marciaga, ejemplo de perseverancia. Foto, MiBus.

“Aquí estoy y seguiremos moviendo a Panamá”, adicionó complacida y orgullosa de la labor que realiza, y sabe que con su trabajo muchísimas son las personas que se benefician, porque es el medio de transporte que utilizan para desplazarse hacia sus lugares de destino.

Son alrededor de 165 las rutas que cubren los recorridos de los buses. Por su parte,  ha cubierto casi todas. Desde la Vía España, Transístmica, los corredores Norte y Sur, Mano de Piedra, Torrijos-Carter, Veranillo, Chilibre.  Con esperanza vatició que en algún momento abarcará el resto.

En cuanto a los itinerarios y tiempo que toman para completar uno en especial, subrayó que depende del tráfico y la ruta. Por ejemplo, Vía España, que inicia en el cruce del Metro Pedregal hasta Albrook, el tiempo asciende a una hora y quince minutos.

“El que tengamos que medir el tiempo del recorrido, no quiere decir que vamos a estar corriendo, ni pasándonos las paradas estipuladas. Cuando no hay tráfico, llegamos antes de lo previsto, lo que indica que no hay nada establecido para esto, todo dependerá del tráfico en las calles y avenidas de la ciudad”,explicó.

Informó que es oriunda del distrito de Cañazas, provincia de Veraguas, pero que dejó ese lugar cuando tenía alrededor de 15 años y que proviene de una familia “grande”, pues son 11 hermanos.

Indicó que una aspiración que tiene es ser operaria del Metro, aunque desconoce si lo haría como actividad laboral o al menos para aprender a conducirlo.

Para ella, conducir por algunas rutas representa todo un reto, como, por ejemplo, Veranillo, en San Miguelito. Hay que hacerlo despacio, mirar los retrovisores y evitar el nerviosismo.

“Durante la pandemia muchos operadores que se han enfermado por la Covid-19, pero el seguimiento ha sido oportuno, porque existe mucha integración; la capacitación es algo que prevalece en la empresa y especialmente cuando se implementan nuevas rutas; la docencia va por delante, para mantenernos actualizados y la comunicación interna es fundamental para mantenerse alineados”, detalló.

Siempre cuentan con las herramientas para hacer bien el trabajo, “es algo muy positivo de la empresa para con los operadores”, comentó.

MiBus cuenta con una fuerza laboral femenina, estimada de 600 colaboradoras, entre operativas, área administrativa, jefaturas, gerenciales y directivas.

En rutas nuevas son guiados por los instructores.  La comunicación con ellos es importante, como parte del protocolo que mantiene la empresa.

“Durante su actividad laboral intento mantener contacto con mis hijas para atender sus necesidades, y mis días libres son con ellas”, manifestó.  Reside en Villa Daniela, en el sector de Las Mañanitas.

A otras mujeres les dice que: “si tienen sueños y metas, por cumplir, crean en ellas, sean seguras, se encomienden a Dios que nos guía para lograr todos nuestros sueños.  Hay que tener fortaleza, mantener una actitud positiva, que nadie las detenga, porque todo sacrificio tiene un beneficio y hay siempre que seguir adelante”.

“Mi casa -afirmó- ha sido el esfuerzo de mi trabajo” aunque manifestó que tiene todavía muchos sueños por delante, pero reconoce que para eso “tengo que ser responsable, encomendarme a Dios y siempre tener la seguridad de lograr”.

“Espero, con esta entrevista, motivar a otras mujeres a perseguir sus sueños y a crecer en el ámbito laboral”, destacó.

Marixenia tiene una meta pendiente, la de concluir con sus estudios. Aclaró que no fue porque no quiso hacerlo, sino porque se presentaron algunos problemas familiares que se lo impidieron, pero ahora reconoce que debe hacerlo.

Sus estudios los completó hasta quinto año de bachillerato, espera cubrir el sexto año e ingresar a la universidad.   “Sé que no es tarde, y es algo que quiero cumplir”, precisó

Compartió que es parte de una familia de once hermanos; algunos residen en la capital y otros en el interior, pero han sido una familia unida. Recordó que su madre falleció cuando ella contaba con once años, y todavía no lo supera.

Concluir sus estudios es importante, porque quiere que sus hijas se formen profesionalmente, como ella también lo desea.

El esfuerzo de cada mujer vale la pena, y en este 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, proclamado por las Naciones Unidas, rendimos tributo a esa mujer, profesional, campesina, administradora del hogar, a esa mujer exitosa desde cualquier ámbito, que con su esfuerzo, empeño y dedicación ha sabido salir adelante, en busca de sus metas, sorteando cualquier obstáculo que se ponga por delante.

Este año, el tema propuesto por la ONU es: Mujeres líderes: Por un futuro igualitario en el mundo de la Covid-19”, on el que celebra los enormes esfuerzos que realizan mujeres y niñas en todo el mundo para forjar un futuro más igualitario y recuperarse de la pandemia de la Covid-19. Asimismo, está en consonancia con el tema prioritario del 65º período de sesiones de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer.

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