Civiles y medios locales filmaron las imágenes entre el 28 de febrero y el 8 de marzo en varias ciudades del país, en plena oleada de contestación tras el golpe militar contra el gobierno civil de Aung San Suu Kyi.
Amnistía Internacional denunció este jueves “ejecuciones extrajudiciales” y el uso de armas de guerra contra manifestantes prodemocracia en Birmania por parte de la junta militar tras el golpe de Estado del 1 de febrero.
La organización de defensa de derechos humanos explicó en un comunicado haber analizado 55 vídeos que muestran que el ejército birmano utiliza “la fuerza letal” de “forma planificada, premeditada y coordinada”.
Civiles y medios locales filmaron las imágenes entre el 28 de febrero y el 8 de marzo en varias ciudades del país, en plena oleada de contestación tras el golpe militar contra el gobierno civil de Aung San Suu Kyi.
“Estas técnicas del ejército birmano no son ni mucho menos nuevas, pero sus matanzas nunca habían sido retransmitidas en directo” para el mundo, dijo Joanne Mariner, directora de gestión de crisis de Amnistía.
“No se trata de acciones de desbordados oficiales que toman malas decisiones”, “son mandos impenitentes ya implicados en crímenes contra la humanidad que despliegan sus tropas y métodos asesinos a plena luz del día”, agregó.
Uno de los vídeos, publicado en Facebook y fechado el 28 de febrero en la ciudad de Dawei (sur), muestra a un soldado dando su fusil a un policía a su lado. El agente apunta y dispara, provocando al parecer una reacción de alegría entre las fuerzas del orden.
Amnistía no ve únicamente “un claro desprecio por la vida humana (…), sino también una coordinación deliberada entre las fuerzas de seguridad”.
La oenegé denuncia también “ejecuciones extrajudiciales” como la de un hombre entregado a un grupo de fuerzas del orden. Según un video del 3 de marzo publicado en Twitter, fue abatido pese a no oponer, al parecer, resistencia.
La organización también constató el uso de armas, cuya utilización es “completamente inapropiada” en el marco de manifestaciones, como ametralladoras, fusiles de precisión y armas semiautomáticas.
Amnistía Internacional llama al Consejo de Seguridad de la ONU, que el miércoles “condenó firmemente” la represión, a intervenir.
Al menos 60 civiles han muerto y casi 2.000 personas han sido detenidas desde el 1 de febrero, según la Asociación para la Asistencia a los Presos Políticos.